Foto del Archivo de Luis Oppenheimer. Plaza.
Sólo hace 110 años que el servicio público de automóviles unió las poblaciones de Santa Cruz de La Palma y Los Llanos de Aridane. Llegó la carretera del sur, llegaba el progreso. Ironías de la vida, hoy esa misma carretera está en obras que dura mucho más de lo previsto y viene causando multitud de problemas para “el progreso”.
En el año 1860 comienza la larga historia de la carretera del sur de la isla canaria de La Palma. El gobierno central en ese año aprueba las obras de la vía de comunicación entre Santa Cruz de La Palma a Candelaria, Tijarafe, pasando por Los Llanos de Aridane. Dieciséis largos años después, el 5 de noviembre de 1876, “Se bendice solemnemente, con asistencia de todas las autoridades, empleados y gran concurso de pueblo, la primera piedra de la carretera de esta ciudad a Candelaria, cuya piedra fue enterrada en el muelle al principio de dicha carretera”, según refiere J. B. Lorenzo Rodríguez en “Noticias para la Historia de La Palma”, tomo 2º.
En 1897 el pedagogo y periodista Juan de la Puerta Canseco (1827-1902) publica el libro “Descripción de las Islas Canarias”. Referente a la carretera que nos ocupa, recoge: “Contiene una carretera de tercer orden, de la que están construidos 18 kilómetros, que partiendo de Santa Cruz y pasando por Breña-Alta, llega a Mazo. Se halla en construcción el resto de la carretera hasta Fuencaliente”. Décadas de retrasos y a finales del siglo XIX la vía aún no había llegado al municipio de Fuencaliente.
El periódico palmero El Popular insertaba el 26 de noviembre 1905 un anuncio de un “Coche de Hora” propiedad de Antonio Camacho, que salía desde Santa Cruz de La Palma para Las Manchas los martes y viernes a las seis y media de la mañana y desde Las Manchas para Santa Cruz de La Palma los miércoles y sábados a las ocho de la mañana.
Quedaba así puesto de manifiesto que la carretera aún no había llegado al casco urbano de Aridane. Mientras tanto por los antiguos caminos reales que cruzaban la geografía de esa zona de la isla llegaban hasta Las Manchas a cabalgaduras, corsas de carga o paseo y carros tirados por dos caballos o bestias los viajeros que querían coger el “coche de hora” que salían a las ocho de la mañana para Santa Cruz de La Palma los miércoles y los sábados.
En octubre de 1908 las autoridades y el pueblo de Aridane se echaron a las calles y caminos “… a recibir al mensajero del progreso, al Sr. D. Juan José Santa Cruz que viene a inspeccionar el replanteo para la construcción de 8º trozo de la carretera de Santa Cruz de La Palma a Candelaria”, según publica el periódico La Razón el 12 de octubre.
El recibimiento fue apoteósico, según los rotativos: “Al efecto, desde las 12 del día de ayer -7 de octubre- la Autoridades e este pueblo y buen número de vecinos, se dirigieron con sus cabalgaduras a encontrar y dar la bienvenida a Sr. Santa Cruz que aquí llegó a las 6 de la tarde, siendo saludado por infinidad de cohetes que un considerable contingente, que se apiñaba en la calle Real, lanzaba al aire”.
Continuó los actos con un banquete y “A las diez todos los comensales se dirigieron a la Plaza de la Constitución donde la banda de música amenizaba un selecto paseo” (…). “Más tarde se organizó un baile, que duró animadísimo hasta las 2 de la mañana”.
Con posterioridad el mismo periódico, el 12 de noviembre de 1908, señala: “Todo indica, pues, que los primeros meses del año próximo estará al servicio público el octavo trozo de la carretera del Sur. Todo dice que al fin se verán satisfechas las legítimas aspiraciones de Los Llanos y Santa Cruz de La Palma y que la citada vía de comunicación fuese indudable progreso para uno y otro pueblo”.
Las obras se retrasaron por razones que desconocemos y pasó el año 1909 y la fundamental vía de comunicación que había comenzado su historia en 1860 llegó a la ciudad del hoy municipio de Los Llanos de Aridane en 1910, hace sólo 110 años. Suponían la apertura de 55 kilómetros aptos para el transito de vehículos a motor y otros.
Y llegó el gran día y “el progreso” se consideraba la carretera del sur, hoy de actualidad ante las inacabadas obras de nuevo trazado adaptada a los tiempos y que ya superan una década.
Era el domingo 7 de agosto de 1910 y llegó el día que se esperaba con ansias desde el lejano año de 1860. Se inauguró el servicio de automóviles, guaguas, que venía a significar un logro social y económico para las dos poblaciones principales de la isla y para los otros municipios (Fuencaliente, Mazo Breña Alta y Breña Baja) que se asentaban al paso de la carretera general.
El evento lo recogió la fructífera prensa palmera de esos años. El periódico El Pueblo (periódico republicano), publicado en Santa Cruz de La Palma el 13 de agosto de 1910, relata con todo detalle en el artículo: “El servicio de automóviles y la carretera de Los Llanos”:
“El domingo último se inauguró el servicio de automóviles entre esta ciudad y la de Los Llanos, habiendo invitado la Gerencia, a cargo de nuestro particular amigo Don Maximino Cutillas, a las autoridades, prensa y otras entidades a hacer el viaje de prueba, que resultó muy agradable y que hizo patentes las magníficas condiciones del primer automóvil puesto al servicio público así como la pericia del choffeur, que con su prudencia y habilidad invita a tener una confianza absoluta a los viajeros”.
El palmero Maximino Cutillas Hernández, hijo del naviero, comerciante y concejal murciano Benito Cutillas Alacid y de la palmera Andrea Hernández García, fue un empresario activo y en ramos diferentes. Propietario o distribuidor de vinos blancos y tintos. Titular de una reconocida fábrica de conservas de frutas (fresas, peras, melocotones, etc.) por las que obtuvo Medalla de Plata en la exposición internacional de Bruselas y Medalla de Oro en la exposición Hispano Francesa de Zaragoza por “sus latas de conservas enviadas a tan notable certamen industrial”. En 1909 en el concurso provincial de agricultura, ganadería e industrias derivadas obtiene primer premio por “fresas en conserva”. En 1893 era copropietario de la empresa “Viuda e Hijos de Benito Cutillas” propietarios de la Brik-barca “María de las Nieves”, construida en astilleros palmeros, que naufragó cerca de la isla de Flores, una de las Terceiras, salvándose sus tripulantes y llevados a Lisboa.
El relato de la efemérides de la inauguración del servicio público, compartida por casi media población de la isla, continuaba con el recorrido de los automóviles de Cutillas.
“El largo trayecto de 55 kilómetros realizose sin el menor contratiempo, siendo recibida la máquina automovilística con señales de regocijo en Breña Alta, Breña Baja, Mazo, Fuencaliente, Manchas y sobre todo en Los Llanos, donde una numerosa concurrencia invadía las calles, aplaudiendo a la llegada de los expedicionarios y lanzando a los aires multitud de cohetes mientras la banda de música ejecutaba alegres piezas en la Plaza de la Constitución”.
Según los apuntes inéditos de efemérides del aridanense Anastasio León (1905-1985) el coche nº 1 era conducido por Juan Cutillas Rosa, hijo de Maximino Cutillas, “primer chofer que tuvo La Palma” y el vehículo nº 2 por “su primo Benito Cutillas”. Juan Cutillas Rosa, natural de Breña Baja, se encontraba establecido desde al menos 1918 en Los Llanos de Aridane y dirigió la empresa de la “fábrica de la luz” propiedad de Blandy Brethers y Compañía de Gran Canaria (1920), que se encontraba situada en la hoy calle Viudas Blancas. Cutillas Rosa es el padre de los industriales del ramo del motor y la mecánica del conocido “Taller Mecánico Cutillas”, fundado en 1948 por su hijo Roberto Cutillas Sosvilla.
No obstante, el cronista pone en duda que siguiera prestándose el servicio “por motivo del pésimo estado en que se encuentra el último trozo de la citada vía de comunicación, que según nuestras noticias aún no han sido recibida oficialmente por la Jefatura de Obras Públicas”.
Las obras de conclusión de la vía se debieron ejecutar y la empresa de Maximino Cutillas Hernández, siete meses después, aumentaba su flota de vehículos de servicio público. En el mes de marzo de 1911, Cutillas Hernández, presentaba el “nuevo automóvil Barnet que viene hacer el servicio Ciudad y la de Los Llanos”.
El júbilo de la ciudad, aquel 7 de agosto de 1910, fue manifiesto en las calles de Aridane con agasajos y brindis en el Ayuntamiento a los expedicionarios y un recorrido extra de unos 5 kilómetros con las autoridades locales y “otras personas de Los Llanos” por el “último trozo de la carretera recientemente terminada”. El cambio que calificaban con insistencia de “progreso” era evidente. Las antiguas corsas y carros tirados por bueyes y bestias convivieron durante muchos años más con este otro carro de “progreso” que hacía un infernal ruido, soltaba humo y tocaba una ensordecedora bocina.
* Cronista Oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009).
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Como otras veces, María Victoria Hernández proporciona valiosa información sobre su ciudad natal y sobre la isla. Enhorabuena.
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