Fiesta de la Cruz con marcado sabor lustral

La Palma se ha volcado un año más con la Fiesta de La Cruz, una celebración en la que arte y fe van de la mano y que se puede apreciar en el enrame de las cruces y en la confección de los divertidos mayos. Aunque son los municipios de las Breñas y Santa Cruz de La Palma los que han consolidado con los años esta tradición, no es menos cierto que en cada barrio y en cada pueblo de la Isla se rinde tributo al símbolo cristiano en mayor o menor medida y en torno al cual se organizan fiestas y verbenas.

Después de meses de duro trabajo y preparativos, los cruceros han podido por fin mostrar sus creaciones al público en este 3 de Mayo, unas creaciones en las que, por ser año lustral, no han faltado las referencias a la Virgen de las Nieves, al Enano o al Minué e incluso a los acróbatas. Pero siendo siempre protagonista la Cruz, engalanada mayoritariamente con joyas y en algunos casos con flores o con telas, y con entornos bellamente decorados con distintos materiales y ambientaciones que son un ejemplo del buen hacer de los vecinos que se unen en estas fechas para sacar adelante obras de arte efímero, solo duran un día, con las que cada año ponen el listón más alto.

Un año más se volvieron a repetir las colas de coches en municipios como Breña Alta haciendo el recorrido de las cruces, solo en este municipio había 31, y hubo quien lo combinó con la ruta de cruces y tapas, ya que tradición y gastronomía no son un mal maridaje.

El hecho de que la Fiesta de la Cruz y el Día de la Madre hayan coincidido también este domingo ha animado a la gante a salir a la calle a disfrutar de un buen día primaveral y a visitar a pie o en coche las cruces que salpican las breñas y la capital y que tienen como guardianes a los propios cruceros.