La Fundación CajaCanarias clausura el próximo sábado, 15 de enero, la exposición José Martín, que desde el pasado 18 de noviembre puede visitarse en su Espacio Cultural de Santa Cruz de La Palma (Plaza de España, 3). La muestra, organizada en colaboración con el Centro Atlántico de Arte Moderno, está compuesta por más de 60 obras del artista palmero y, con entrada gratuita, estará abierta al público en el siguiente horario: de lunes a viernes (10:00-13:30 y 17:30-20:00), así como el sábado (10:00-13:30). Toda la información en relación a esta exposición se encuentra disponible a través de www.cajacanarias.com.
Este montaje expositivo, que ha sido visitado por más de 2.500 personas hasta el momento, presenta por primera vez en Canarias una retrospectiva de este gran desconocido artista nacido en La Palma, en 1922. La producción, a cargo del Centro Atlántico de Arte Moderno en colaboración con la Fundación CajaCanarias, se inscribe dentro de las líneas de fomento, puesta en valor, investigación y difusión con las que ambas instituciones vertebran su compromiso con la cultura y el arte generados desde el archipiélago.
Comisariada por Celestino Celso Hernández, la exposición presenta la obra de José Martín en el 25 aniversario de su fallecimiento, sin duda una de las más singulares del siglo XX en Canarias y de cuyo peculiar estilo no se encuentran apenas referencias entre los artistas contemporáneos canarios. Un recorrido a través de más de sesenta obras mediante el que se analizan todos los períodos y estilos que trabajó el artista palmero a lo largo de su vida, y que se estructura en varios ámbitos diferenciados entre sí según el contenido conceptual de las mismas. Así, el visitante podrá observar cómo la pintura de José Martín, reflejo de su convulsa y azarosa vida, va evolucionando no solo en el uso de las técnicas y estilos plásticos, sino en las preocupaciones e ideas personales a las que estos óleos acercan.
De difícil clasificación dentro de un solo movimiento o corriente artística, los lienzos del mencionado artista trasladan una visión muy personal, onírica e idealizada de la realidad y las costumbres del momento histórico en el que vivió y el en que desarrolló la mayoría de su producción artística. Un tono satírico y caricaturesco en sus escenas costumbristas y religiosas que, rozando aspectos de tendencias surrealistas, expresionistas o art déco, se alejan sin embargo de la figuración de los paisajes iniciales y del estilo casi cubista en el que se podrían incluir algunas de las figuras presentadas en los bodegones; pinturas que establecen relación incluso con los grandes muralistas de la Revolución mexicana, aspecto más evidente en las composiciones de paisajes, tanto los reales como los ficticios.
