Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto tres nuevas especies de rosas silvestres en las zonas de tres de los volcanes más altos y antiguos de Canarias: en el Roque de los Muchachos, en La Palma, en las Cañadas del Teide, en Tenerife, y en la caldera de Tejeda, en Gran Canaria.
Las tres nuevas rosas, según apunta el CSIC en una nota, muestran una combinación de características “que no se encuentran en ninguna rosa silvestre ni de Europa ni del resto de las poblaciones de Canarias”.
El estudio, que se ha publicado en Flora Montiberica, está liderado por Pablo Vargas, investigador del CSIC en el Real Jardín Botánico (RJB-CSIC), Manuel Nogales investigador del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) y Modesto Luceño, profesor en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, que se encontraban en Canarias desarrollando un estudio taxonómico cuando descubrieron estas rosas silvestres no descritas ni catalogadas hasta la fecha.
Las nuevas especies tendrán el nombre de R. roque-muchachensis, R. cannadas-teydensis, y R. gran-canariae, indica Vargas.
Los investigadores explican que las rosas cultivadas proceden de la domesticación de las rosas silvestres y que, en concreto, el género Rosa, con unas 150 especies precursoras de los rosales cultivados, ha sido estudiado y manipulado desde hace siglos en Europa, América y Asia.
“La escasez de poblaciones y la complejidad taxonómica de las rosas canarias sólo ha permitido un estudio somero, de tal manera que hay numerosos registros confusos desde principios del siglo XX. Sin embargo, a pesar del interés del género Rosa en Europa, no hay ninguna clasificación actualizada para todo el archipiélago canario”, añaden.
Por ello, los investigadores comenzaron un estudio taxonómico de las rosas presentes en el archipiélago canario.
Sobre la base del tratamiento taxonómico actual adoptado para las rosas europeas en las últimas seis décadas, los investigadores han propuesto un mínimo de seis especies de rosas caninas (sección Caninae) para el archipiélago canario, de las cuales sólo dos ya han sido citadas: Rosa micrantha y R. rubiginosa.
Señala Pablo Vargas que algunos caracteres clave encontrados en otras poblaciones distribuidas en Gran Canaria y La Gomera encajan en el concepto de una tercera especie ya conocida en Europa: R. nitidula Besser.
Vargas, Nogales y Luceño han analizado en detalle diecinueve caracteres clave para el estudio del género Rosa en Canarias.
Interpretan que no se conocen bien las especies de rosas canarias porque sus colonizadoras europeas y africanas son de difícil identificación por diversas causas.
“Una gran confusión respecto a los nombres correctos de las especies por falta de especímenes tipo para muchas especies europeas; sólo publicadas breves descripciones originales; una hibridación generalizada entre especies que dificulta distinguir entre híbridos recientes o estabilizados; y el estudio de un género muy atractivo para los jardineros y botánicos que ha producido la publicación de un elevadísimo número de sinónimos de difícil asignación”, concluyen los investigadores.
Para desarrollar este trabajo, Vargas y Nogales han recolectado ejemplares de rosas silvestres y han estudiado un total de 75 ejemplares en los herbarios de la Universidad de La Laguna (TFC), del Jardín de Aclimatación de la Orotava (ORT) y en el herbario del Real Jardín Botánico-CSIC de Madrid (MA).
En concreto, han visitado enclaves recónditos del archipiélago canario gracias a los biólogos de los cabildos y parques nacionales que trabajan en todas las islas y han estudiado material tipo y ejemplares originales localizados en los herbarios de la Sociedad Linneana de Londres y la Universidad de La Laguna, en Tenerife.
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