Anelio Rodríguez reveló anoche en la Casa Salazar y ante una enorme cantidad de público que desbordó el salón principal del palacio e incluso la sala anexa de exposiciones, la verdad sobre la muerte del domador de leones Mr. Sabas. Un suceso que ha pervivido en el imaginario de la sociedad palmera, en una cierta confusión de los hechos, porque seguramente fue así como la historia oficial quiso que trascendiera. Sin lugar a dudas, Anelio derrochó imaginación, ingenio y talento en su exposición seduciendo al público que revivió con su narración tanto el apasionante proceso de investigación como la singularidad del mismo episodio.
La muerte del domador de leones Mr Sabas en Santa Cruz de La Palma, director del Circo Yugoslavo, se achacó popularmente a la impresión que se llevó cuando las fuerzas de orden público abatían de un tiro a uno de sus leones que se había escapado de la jaula. Este suceso acaecido hace ahora 75 años (21 de enero de 1935) provocó una gran consternación en la sociedad palmera de la época, que encontró en la agitación del momento, una larga carrera hasta donde localizaron el animal, los detonantes de su muerte.,
Sin embargo, poco a poco la investigación que fue realizando Rodríguez iba aportando nuevos y contradictorios datos, desde la versión de los periódicos de la época, hasta el expediente de defunción del Gobierno civil. Entre tanto entabla contacto con el director del entrañable Circo Cardenal, que le pone en contacto con los descendientes vivos de Mr. Sabas en España.
Hasta Galicia viaja Anelio Rodríguez acompañado del prestigioso veterinario Juan Capote para conocer a la única hija viva de Mr Sabas. Una mujer de más de noventa años que recuerda su estancia con el Circo que dirigía su padre en La Palma y que, según cuenta Anelio, se emocionó al enterarse de dónde estaba enterrado su padre y que todavía mucha gente del pueblo se acuerda de él y le pone una flor.
Poco a poco la hija fue tomando confianza con sus dos interlocutores. Pero cuando habló de la muerte de su progenitor lo que quiso dejar claro es que su padre nunca murió de una impresión por la muerte del león. "Mi padre no era un cobarde". Para demostrarlo aseguraba que su muerte se produjo por un zarpazo.
Otra nueva versión sobre la muerte pero que no convenció al investigador. En la siguiente sesión de entrevistas, finalmente la familia decidió romper un secreto que había quedado en su seno hasta entonces. La verdadera historia de la muerte de Mr Sabas fue de un disparo de las fuerzas de orden público (sin poder determinar si fue la Guardia Civil o la Guardia de Asalto) cuando trataba de evitar que los agentes abatiesen al animal. Un desafortunado suceso que que se tapó por parte de la familia del director del Circo Yugoslavo y domador de leones, y de la misma sociedad palmera que ayer, gracias al trabajo de Anelio Rodríguez, conoce la verdadera historia de este episodio tan singular.
