Dos trabajadores limpian de vegetación los grabados rupestres de La Zarza y La Zarcita.
El Cabildo de La Palma, a través de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, y con la colaboración del área de Medio Ambiente, está realizando trabajos de limpieza en las estaciones de grabados rupestres de La Zarza y La Zarcita, para garantizar su integridad estructural que se está viendo afectada negativamente por la vegetación y los desprendimientos.
La consejera insular de Cultura y Patrimonio Histórico, María Victoria Hernández, recuerda que La Zarza y La Zarcita, dadas a conocer en 1941 por A. Mata y E. Serra, se sitúan en medio del barranco homónimo que separa los caseríos de La Mata y San Antonio del Monte, en la Villa de Garafía, configurando, sin ninguna duda, el conjuntos de petroglifos más espectaculares de la Isla, debido a su emplazamiento en medio de un bosque de laurisilva y gigantescos pinos de tea, a su distribución en torno a un enorme caboco en el que mana la Fuente de La Zarza y, sobre todo, por la presencia de algunos de los paneles más complejos y abigarrados de la prehistoria insular, con extraordinarios grupos de espirales y círculos semicírculos concéntricos.
Todo ello justificó, tras su declaración como Bien de Interés Cultural en 1986, que en 1998 se convirtiera en el primer Parque Arqueológico de Canarias gracias a la colaboración entre la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias, el Cabildo de La Palma y el Ayuntamiento de Garafía.
El Caboco de la Zarcita constituye, además, un área etnográfica de primera magnitud al contar con un punto de agua permanente en torno al cual se emplazaron una serie de dornajos de tea y piedra, así como depósitos, que suministraron el líquido elemento a los habitantes y el ganado de la zona, sin olvidar que, en años de sequía, acudían gentes de Tijarafe y Puntagorda para conseguir tan preciado bien.
Toda esta zona, antes de la creación del Parque Arqueológico, se cultivaba y el monte se talaba para su aprovechamiento para el ganado, siendo el actual crecimiento acelerado y continuo de la vegetación, lo que está provocando problemas de conservación de las estaciones de petroglifos, al provocar las raíces el desprendimiento de algunos bloques del risco.
La estación de La Zarcita, a diferencia de la de La Zarza que se extiende por un amplio caboco, ocupa la parte media e inferior de un risco que forma la margen izquierda del Barranco de la Zarcita. Justo encima crece un frondoso bosque de brezos, fayas y un gran pino, cuyas raíces han penetrado a través de las grietas y amenazan con desplomar un gran sector del risco en el que se encuentra el 50 % de la estación de petroglifos.
Para evita posibles accidentes se ha cerrado al público la parte que amenaza con desplomarse, si bien la estación se puede visitar y admirar desde una zona segura. No obstante, durante el transcurso de los trabajos actuales permanecerá cerrada al público, si bien se puede seguir visitando el conjunto de La Zarza.
María Victoria Hernández indica que por estos motivos se está actuando de forma urgente para evitar el desplome del risco, procediendo a la tala de la vegetación que se encuentra justo encima de los grabados rupestres, así como el apuntalamiento del risco. Una vez efectuados estos trabajos se procederá a la impermeabilización de la parte superior del risco para evitar que el agua de lluvias y los escombros penetren en las grietas y agraven el problema haciendo que el risco se desplome.
La consejera explica que este tipo de acciones son relativamente frecuentes en las diferentes estaciones de grabados de la Isla, como consecuencia del paso del tiempo y de los factores naturales.
En ese sentido, María Victoria Hernández apunta que desde el Cabildo se continuará trabajando para garantizar la integridad del patrimonio arqueológico de la Isla, que contribuye a potenciar los recursos turísticos y culturales con los que ya se cuenta.
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