Cultura traslada al Mab una roca de cuatro toneladas utilizada para ritos mágico-religiosos

“La consejera del área, María Victoria Hernández, señala que se trata de una enorme pieza, que contiene cazoletas y canalillos prehispánicos tallados en la roca y que se estaba viendo afectada por construcciones modernas en Puntagorda, por lo que se optó por su traslado con el fin de garantizar su conservación”.

Tal y como reconoce la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma, cuya dimisión exigimos de forma inmediata, la roca, que en Canarias llamamos piedra, “se estaba viendo afectada por construcciones modernas en Puntagorda”.

Como organización no entramos en los aspectos científicos ni culturales del descubrimiento, pero si en la gestión de los mismos ¿Se imaginan ustedes que las cuevas de Belmaco, o la zarza o la zarcita fuesen trasladadas al Museo mal denominado Benahoarita (pues los awaras, como los guanches, no utilizaban la letra o, transcripción errónea de los cronistas castellanos por la u, todavía presente en el habla de muchos de nuestros habitantes, que siguen utilizando la u, y que algunos tildan injustamente de magos en el sentido peyorativo, por lo que sería más apropiado el nombre de Museo Benawarita, derivado de Benawaré ¿a qué suena mejor?)? ¿o se trasladara ese patrimonio arqueológico al Louvre (sobre el que volveremos posteriormente),etc.?

Sostenemos que el patrimonio hay que conservarlo en el sitio donde se descubre, que es donde tiene significado, pues en la mayoría de los casos se trata de observatorios astronómicos que recogen datos de observación del universo, no en vano el nombre de los primeros habitantes de Benawaré, los Awaras, significa en castellano “seguidores de la Osa Menor” (lo que explica también la enorme aceptación popular de la Astrofísica en la Isla), donde se ubica la estrella polar, que aún utilizan los marineros para señalar el norte y orientarse. Muchas de los grandes descubrimientos de los Awaras aún no han sido superados por la moderna astrofísica, es el caso de las espirales, que en absoluto significan yacimientos de agua, pues la onda del agua es concéntrica y nunca espiral, y parece mantener mayor relación con la estructura espiral de la galaxia Vía Láctea, espiral que se observa a simple vista, sobre todo en las noches claras del verano.

Nuestra propuesta para conservar nuestro incalculable patrimonio consiste en conservarlo “in situ”, mediante estructuras como las que precisamente utiliza el museo del Louvre (incluir el "link"), que evitan su deterioro y mantienen su significado original, con vigilantes y administrativos para gestionar las visitas y permitir tanto su mantenimiento como la inversión en cultura e investigación.