La periodista Rosa María Calaf dio la conferencia inaugural de los cursos de la Universidad Ambiental.
"El culto a la audiencia ha impuesto la dictadura en los medios de comunicación democráticos" afirmó la veterana y popular periodista Rosa Mª Calaf en la conferencia inaugural de la X edición de los Cursos de Verano de la Universidad Ambiental de La Palma celebrada en el Teatro Chico de la capital palmera.
Una ceremonia que contó, además, con la participación de la presidenta del Cabildo Insular de La Palma, Guadalupe González Taño, de la directora general de Promoción Educativa del Gobierno de Canarias, Pilar Teresa Díaz Luis, de la vicerrectora de Universidad y Sociedad, Mª Gracia Rodríguez Brito, del teniente alcalde de Santa Cruz de La Palma, José Carlos Matos
Samblas, y del presidente de la Fundación Universidad Ambiental de La Palma y su director académico, Mauro Fernández Felipe y José León García Rodríguez, respectivamente.
Calaf que marcó desde un principio la diferencia entre información y sensacionalismo definió el periodismo como un oficio complejo en el que los profesionales deben usar las herramientas de forma sensata y
responsable para cumplir con el deber de informar y ejercer un periodismo serio, comprometido con los ciudadanos y con su derecho a recibir información rigurosa y verídica. Asimismo recordó que los medios de
opinión públicos deben ofrecer un conocimiento real, ser bastión y defensores de la justicia y la información y contribuir a la consolidación de un auténtico estado del bienestar para todos aunque, a su juicio, "el periodismo actual se ha desviado de su objetivo".
"Hoy por hoy" afirmó la periodista "los medios son los que dictan de lo que se habla en función del tirón de audiencia que tenga la información, se ha perdido el respeto a la calidad informativa y lo que priman son las
noticias de usar y tirar" y apostilló que "existe una mezcla tóxica de info-entretenimiento y sensacionalismo que anula la reflexión, el verdadero debate e, incluso, el silencio".
Asimismo, apuntó que si bien hace unas décadas los periodistas luchaban para cambiar el futuro "actualmente se lucha para que el futuro no cambie
definitivamente la profesión". Una situación que Calaf atribuyó no sólo a las empresas periodísticas sino a la sociedad en general "que vive anestesiada, carece de espíritu crítico, no ejerce con responsabilidad su
libertad para elegir los medios y se deja llevar por la apatía y el costumbrismo, manteniéndose indiferente y ajena a todo cuanto acontece a su alrededor".
Rosa Mª Calaf continuó su intervención con una dura crítica sobre el panorama informativo que prima en los medios televisivos a los que tachó de "situar en un segundo plano el deber informativo, cediendo a la presión mercantilista" agregó que "cuando el periodismo es un negocio, informar se convierte en una mercancía y los periodistas en viajantes de comercio cuyo único objetivo es el de vender una noticia" .
Según Calaf, la presión económica ha propiciado un cambio de modelo periodístico en el que "la noticia se convierte en entretenimiento, mezcla el sensacionalismo, lo trivial con la información" fórmula que, a su juicio "genera soportes donde prima más la estética, los efectos de luz y sonido, los decorados, la apariencia física de los presentadores que el
contenido, convirtiéndolo en un auténtico circo mediático".
Para la conferenciante, que repasó algunos de los conflictos y acontecimientos de diversa naturaleza vividos durante su experiencia en Timor, Irak, Afganistán, Sri Lanka, Tailandia o Bali, entre otros, "aún cuando no ha terminado el conflicto o se ha resuelto la catástrofe los medios dejan de hablar de la noticia, no existe seguimiento de la misma y el ciudadano sobreentiende, en muchas ocasiones, que el problema está resuelto y nada más lejos de la realidad".
Calaf insistió en que "la banalización y la deformación de la realidad la vivimos a diario" y que "el periodista televisivo se ha convertido en un actor y no en un informador, es el reportero intrépido que actúa en el
juego del espectáculo, olvida la función de la profesión de acercarse lo más posible a la verdad y entra en la dinámica de la estética cinematográfica".
De hecho Calaf reflexionó sobre el hecho de si los medios de comunicación son el espejo de la realidad o "sencillamente la maquillan para hacerla más atractiva a la audiencia" y afirmó que "la televisión se ha convertido
en un espectáculo en el que la realidad sufre las tendencias perversas de un periodismo frivolizado que se deteriora para cotizar en bolsa porque tiene que generar beneficios".
Finalmente la periodista hizo un llamamiento "a la necesidad de promover un cambio social crítico para hacer frente a la fragilidad del periodismo" y bajo el lema "si están de acuerdo con mi intervención pasen la voz"
abogó para que "periodistas y ciudadanos promuevan el espíritu crítico ante la manipulación a la que a diario se ve sometida la información". Situación que, tal y como afirmó "en ocasiones pasa desapercibida para la
audiencia con el riesgo que ello conlleva el desarrollo actual y futuro de las jóvenes generaciones o de los menos preparados".
Trayectoria curricular
Nacida en Barcelona, Calaf es licenciada en Derecho y Periodismo. Master en Instituciones Europeas (universidad libre de Bruselas), Ciencias Políticas (universidad de California-Los Angeles); Premio a la trayectoria profesional en 1992 y en 1993 lazo de dama de la orden del mérito civil, premio ONDAS 2001 a la mejor labor profesional, premio especial de TV 2001
de APEI, (Asociación Profesional Española de Informadores), Periodista del año 2001 Colegio de Periodistas de Cataluña. Asimismo, durante su trayectoria como corresponsal de TVE, inauguró la
corresponsalía de Moscú para la Unión Soviética, la corresponsalía de Viena para los países del Este-Balcanes y reestructuró la corresponsalía de Buenos Aires para América del Sur. Además, ha sido corresponsal en Nueva York para Estados Unidos y Canadá y en Roma para Italia y Vaticano y ha ejercido como corresponsal jefe para Asia-Pacífico, en la zona
comprendida entre Pakistan y Nueva Zelanda.
Entre los numerosos premios recibidos a lo largo de su carrera, destacan el Premio Ondas a la Mejor Labor Profesional (2001), el Micrófono de Plata Especial (2001), el Ábaco de Oro otorgado por la Cámara de Comercio de España en Hong Kong, el Ofici de Periodista 2003 del Colegio de Periodistas de Catalunya, el Premio Casa Asia 2005 o el Women Together Award 2007 concedido por las Naciones Unidas en Nueva York a su trayectoria profesional, entre otros.
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