El autor confeso de la muerte de Saray se muestra arrenpentido de lo que hizo porque "no era yo"

“Yo me arrepiento, sé que a mí no me van a poder perdonar pero quiero que sepan que lo siento y que me arrepiento porque no era yo”. Así lo ha declarado Alberto Montesdeoca, el autor confeso de la muerte de la joven palmera Saray González hace dos años, en el juicio que se ha iniciado este lunes en Las Palmas de Gran Canaria y para el que la acusación particular pide 25 años de cárcel, frente a los 20 de la fiscalía.

Montesdeoca solo ha respondido a las preguntas de su abogada que está centrando la defensa en la adicción del acusado a los videojuegos para intentar demostrar que dicha adicción asociada a una personalidad esquizoide fue la causa del asesinato y que cuando mató a la joven estaba en un mundo paralelo. Alberto golpeó hasta la muerte a su vecina después de que ésta se quejara del ruido que hacía jugando. El estudiante de Ingeniería Informática le proponió más de 10 golpes con unas tijeras a la víctima, también estudiante de 27 años, que vivía con una compañera en una casa encima de la suya desde hacía tres años. Fue agredida nada más abrir la puerta, sin posibilidad de defenderse. Montesdeoca encubrió el crimen durante dos semanas hasta que reconoció su responsabilidad ante la Policía Nacional en un interrogatorio como testigo.

Al contrario que la defensa, la acusación particular y la fiscalía sostienen que el acusado sabía perfectamente lo que hacía cuando le propinó los golpes en el cráneo de la joven, aunque para la acusación hubo ensañamiento porque la dejó agonizando y para el ministerio fiscal no.