No falló y retorna a la Segunda División B
¡Que no pare la fiesta! Ese era el slogan de los jugadores que el pasado domingo vivieron la jornada de Ascenso a la Segunda División B. La fiesta empezó en Pontevedra, en el Municipal del Pasarón, que continuó en Santa Cruz de La Palma a altas horas de la madrugada, para seguir en el día de ayer lunes, con la llegada al Aeropuerto de Mazo, para luego seguir hacia la capital palmera y recorrer varias calles, hasta concluir en el "Silvestre Carrillo."
Y el ganador lo era por merecimientos: Miguel Cid, Directiva presidida por Víctor Francisco, jugadores y aficionados, tal como lo expresan con ánimos de apoyo total. El C.D. Mensajero no desaprovechó en esta ocasión la oportunidad de asegurar en la tanda de penaltis, no fallar y lograr, por segunda vez, el Ascenso a la División de Bronce.
Dice el refrán que hasta el final nadie es dichoso. Y veíamos sufrir a la afición rojinegra. Pero llegó la alegría al terminar el choque, después de estar muchos años en el Grupo Canario de la Tercera División Nacional. El C.D. Mensajero ya se encuentra en Segunda B, después de noventa minutos, más lo añadido con una prórroga de treinta minutos, y también con los lanzamientos de la pena máxima, llenos de emoción, que al banquillo mensajerista en el Municipal del Pasarón, les debía parecer eternos.
Un logro merecido, si tenemos en cuenta lo realizado durante toda esta campaña 2014-15 que acaba de concluir. El C.D. Mensajero ascendió en la tarde del domingo con todos los honores.
Dice el refrán que los gitanos no quieren a sus hijos con buenos principios, pero el C.D. Mensajero pensó que el que da primero da dos veces, y eso fue lo que sucedió. Hizo alegrar y dar una esperanza en el partido de ida en el "Silvestre Carrillo" (1-0), para luego darle la enorme satisfacción en el enfrentamiento de vuelta en el Municipal del Pasarón, con triunfo pontevedrés (1-0), igualando la eliminatoria, y en la tanda de penaltis, triunfo final de los mensajeristas con el resultado de (3-4).
Final feliz, para una historia que ha concluido después de muchas vicisitudes para este histórico conjunto palmero. ¡Enhorabuena!
Escribe: Miguel Pérez.
