La Romería del Trono prepara el camino de la Bajada de la Virgen de Las Nieves

El sonido de los bucios, las castañuelas, el timple, la guitarra, el tambor y las chácaras marcaron ayer el ritmo de la romería de la Bajada del Trono de la Virgen de Las Nieves, el día más típico de las Fiestas Lustrales, que comenzó con la misa de romeros en el Santuario Insular y el reparto de las piezas que componen el trono de la Virgen.

Mientras esto sucedía en el Santuario y en el plaza de las Nieves, ya empezaba a enfilar una gran serpiente de personas el camino real de El Planto y La Dehesa. Un descenso pausado, animado por la música de los grupos folclóricos palmeros y del resto de las Islas que se desplazaron a La Palma para disfrutar de esta peculiar romería del Trono.

Sobre las 18:30 horas salieron del Real Santuario Insular  las andas de baldaquino, que portaron los Custodios de la Virgen, pero que compartieron con las personas que, por devoción, quisieron también cargarlas durante el descenso hasta la iglesia de El Salvador.

Los grupos de música tradicional, antes de bajar hicieron una parada ante el pórtico del templo mariano e interpretaron un tema musical en honor a Nuestra Señora de las Nieves. Cada una de estas agrupaciones portaron un trozo del Trono, un total de 42 piezas que también se sortearon entre diferentes particulares.

El espíritu festivo y tradicional predominó en este prólogo de la Bajada de la Virgen de Las Nieves, que abre la llamada Semana Chica y prepara el camino para la entrada de la Patrona insular en la ciudad, que ya la espera.

Las piezas del Trono empezaron a llegar a la iglesia Matriz de El Salvador al atardecer quedando montado el mismo domingo por la noche, a la espera de la llegada de Nuestra Señora de Las Nieves, imagen mariana por la que el pueblo palmero siente una gran devoción como ha quedado demostrado con la multitud que ha participado en este histórico acto de Bajada del Trono.