Con unas carreteras espectaculares para la práctica del automovilismo, la isla de La Palma contó, por primera vez en su historia, con un Campeonato Insular de Montaña. Tres citas, San Isidro, Santo Domingo y Barlovento, iban a conformar la hoja de ruta de esta apuesta que iba a abrir el abanico de campeones en un curso que devolvía la ilusión al colectivo del motor después del primer año de la crisis sanitaria.
Y si algo tiene de atractivo la montaña, y que no tienen ni los rallyes ni los rallysprint, son las barquetas o barquetillas que, como normal, suelen amarrar los mejores tiempos en cada una de las subidas. Un total de tres compitieron durante la temporada, llevándose el gato al agua un viejo campeón insular: Samuel Rodríguez.
El piloto de Los Llanos de Aridane, sobre una BRC, fue el más regular de los tres y, a pesar de no sumar ninguna victoria, acabó el año con 68 puntos, por los 43 de Aitor León, vencedor en San Isidro con su Silver Car S2, y los 39 de Aníbal de Luis, primero en la Subida Santo Domingo al volante de una Silver Car S1.
En cuanto a los Turismos, si en el Insular de Asfalto se quedó a las puertas en la montaña no falló para sumar un nuevo campeonato a su palmarés. Nicomedes Pérez y su flamante Ford Escort RS Cosworth acabaron el año con 78 puntos, 15 más que el espectacular Citroën AX de Pedro David Martín y 20 más que Carlos Alexis Martín y su Honda Integra Type R. Ricardo Díaz (Peugeot 106 S16) y David Pais (Honda Civic VTI) completaron las cinco primeras posiciones en un certamen que, entre turismos y barquetas, contó con 30 equipos clasificados.
Como sucedió con las otras modalidades, el campeonato no pudo completarse debido a la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Sí que tuvieron la oportunidad de disputarse las citas de San Isidro y Santo Domingo, mientras que Barlovento, que llegó a presentarse de manera oficial tras un primer aplazamiento por la situación del coronavirus, se quedó a las puertas de retomar su pulso particular, algo que no sucede desde su edición 2019.
