El "Mensa", sin poder de reacción

Un C.D. Mensajero, que encaró el choque con precaución, ha sido en la práctica presa fácil de una Real Sociedad B, más arriesgada y ambiciosa, en busca de los goles y que le diesen el importante triunfo, que acabaría anotándose y, en consecuencia, la suma de los tres valiosos puntos en juego.

Dicho esto por delante, hay que añadir que la del conjunto que entrena Imanol Alguacil fue una victoria completamente merecida, incluso en su cifra; una victoria que se fraguó en un buen planteamiento táctico, pero en la que, justo es reconocerlo, influyó en gran medida al pésimo partido realizado por el C.D. Mensajero, que no dio una a derechas y cuyos jugadores dieron muestra de un nerviosismo excesivo.

La Real Sociedad B se soltó el pelo en el Estadio "Silvestre Carrillo", en donde se puso por delante en el marcador a los quince minutos, con gol de Jon Batista, (0-1) y dos minutos después, Martin Merquelanz, quedaba libre de marca, para enviar el esférico a las mallas rojinegras (0-2).

Todo el partido ha sido de mejor juego blanquiazul. La verdad es que el Club Deportivo Mensajero dio un recital de fallos y despropósitos en su concepción del juego, con entregas al enemigo, fallos graves en los marcajes de los jugadores adversarios y sin capacidad alguna para crear juego en el centro del campo y menos aún para rematar arriba las pocas pelotas que los jugadores de Roberto Aguirre fueron capaces de subir en sus hilvanados avances.

El C.D. Mensajero lanzó su primer córner a los cinco minutos, no llega Yeray al balón y, dos minutos más tarde Rayco remata dentro del área, mandando el esférico cerca del poste del cancerbero Pablo Sisniega, gozando de algunas ocasiones en este primer periodo, pero unas veces la defensa visitante y otras la mala puntería de los delanteros rojinegros, Yeray minuto treinta y Joan Salva dando el balón en el larguero minuto treinta y siete, hizo que la escuadra visitante se fuera a los vestuarios en esta primera mitad con el marcador a su favor (0-2).

En el segundo periodo se mantuvo la misma tónica, con un C.D. Mensajero completamente impotente y una Real Sociedad B que, aunque con preocupación por mantener su ventaja (0-2), continuó saliendo al contragolpe con peligro.

El Club Deportivo Mensajero una y otra vez quedó prendido entre sus propios alfileres. Mientras los rojinegros iban a gasoil, los blanquiazules disfrutaban de potentes turbos. O algo parecido y los del "Silvestre Carrillo" torpes, sin enterarse. Aun así, los muchachos de Roberto Aguirre tuvieron tiempo de asustar al cancerbero visitante Pablo Sisniega, pero Iray Barreto, minuto dieciséis, no llegó a un balón servido por el incorporado Dani López.

Volvía a incrementar el marcador la Real Sociedad B, a los diecisiete minutos Mikel Oyarzabal, dentro del área el (0-3), creando ya cierto confusionismo en las filas rojinegras y cayendo como una aútentica ducha fría en el ánimo de jugadores y seguidores. Cuando todo hacía pensar que el resultado iba a terminar en (0-3), dos goles iban a subir de nuevo al marcador, obra de Mikel Oyarzabal, minuto treinta y cinco (0-4) y dos minutos más tarde, Roberto Olabe, manda a la red el (0-5), dando una abultada ventaja a la Real Sociedad B.

Al final ocurrió lo que se presagiaba desde el principio: que el gas, el poco que quedaba al personal del "Silvestre Carrillo" se apagó y los de Imanol Alguacil, dueños de todo momento de la situación, se acrecentaron de tal manera que promovieron al rival al pelotón de los mediocres. El repaso blanquiazul ha encendido la tímida luz roja entre la afición, que ha dado con los huesos del C.D. Mensajero en la UVI clasificatoria. El cuadro clínico presentado este domingo por los rojinegros no fue dramático, sino patético.

ESCRIBE: Miguel Pérez.