El Club Deportivo Mensajero y los jugadores vuelven a dar las gracias a su afición después del último enfrentamiento con la Sociedad Deportiva Leioa, escuchando gritos de vítores y aplausos. Los jugadores se reunieron todos al final del choque para aplaudir al público y agradecerle su apoyo incondicional en el Silvestre Carrillo.
Y es que ya desde el principio se notaba el ambiente iba a ser diferente. Primero, porque el "Silvestre Carrillo" presentó una entrada de ochocientos sesenta y dos espectadores, algo menos para lo que viene siendo habitual, debido al cambio de hora y del choque, siendo televisado, y segundo porque ya estaba ovacionando al equipo antes de salir al rectángulo de juego, mientras por la megafonía se anunciaba a la escuadra rojinegra.
Las decisiones del colegiado de turno calentaron el ambiente en la grada, animando y ovacionando a los pupilos de Josu Uribe. Seguía el empate a (0-0). Y cuando todo hacía pensar que los nervios crecían en los jugadores, la afición mensajerista respondió y animó a su escuadra cuando más lo necesitaba.
Fueron minutos de incertidumbre y la tensión llegó a su punto máximo. A pesar de todo, tanto los jugadores como el público no se desanimaban. En el ambiente se olía que el choque no se le podía escapar al Club Deportivo Mensajero. No ese domingo.
Y así fue. Y el protagonista de la película, el central rojinegro, Jaime. Pasaba en el crono el minuto setenta y tres, y envía a la red el esférico, un gol que ya vale un partido (1-0). En las gradas fue el delirio. Jaime festejaba el gol con mucha alegría, al igual que los demás jugadores, agitando los brazos y animando aún más a los espectadores, socios, seguidores y aficionados rojinegros.
Cuando el colegiado catalán Pere Barceló Roca señaló el final del enfrentamiento, el "Silvestre Carrillo" vibró. Fue un final feliz. Una jornada en la que la afición rojinegra se mostró benevolente con los fallos de su escuadra, animando al equipo cuando mas lo necesitaba, y en la que festejó con mucho ruido. Sigue habiendo unión y apoyo en la afición y en el conjunto mensajerista.
Ahora es cuestión de ir pasando al resto de los encuentros que quedan, en las que la escuadra que preside Víctor-Manuel Francisco seguirá su camino hacia conseguir la salvación en la Segunda División B. El conjunto rojinegro necesita vencer fuera de su feudo y le hace falta buscar algún secreto especial para conseguirlo
El próximo encuentro, el Club Deportivo Mensajero viaja a tierras vascas, donde le recibe un Arenas de Getxo C.F., que está afincado en las posiciones altas de la clasificación, en séptimo lugar con (47) puntos, encuentros con triunfos (12), igualados (11), derrotados (8), goles a favor (43), en su contra (34). El Mensa sigue buscando urgentemente un triunfo a domicilio para despegar hacia arriba en la tabla, pues actualmente se ecuentra en el decimosexto puesto, con (33) puntos, con partidos ganados (9), empatados (6), perdidos (16), goles a favor (25), en contra (41). Saliendo de ese puesto que ocupa, en el Playoff de Descenso, ha de darle confianza y moral sobre sus posibilidades, aunque todavía quedan siete choques pendientes, con cuatro fuera de la Isla y tres en el "Silvestre Carrillo".
De momento, el C.D. Mensajero saborea el "bienmesabe" del triunfo conseguido (1-0). Los rojinegros tienen por delante siete finales consecutivas: Jornada (32), Arenas de Getxo, fuera de su casa. Jornada (33), como local con el Talavera C.F. Jornada (34), con el C.D. Toledo, fuera de su feudo. Jornada (35), La Roda C.F. junto al Barranco de Dolores. Jornada (36), U.D. Socuéllamos en la península. Jornada (37), C.D. Ebro en tierra aragonesa. Jornada (38), en el Silvestre Carrillo con el Getafe B C.F., siendo el último encuentro para cerrar el Campeonato.
El Mensajero sigue al acecho de las escuadras que están en zona de Promoción de Playoff de Descenso y también de perdida de la categoría en Segunda División B.
Escribe: Miguel Pérez.
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