La Biblioteca Municipal lleva ya el nombre de su bibliotecaria durante 40 años, María Nieves Pérez

La educación y la cultura son fundamentales en la vida de las personas, y ha hecho bien el Ayuntamiento en reconocer la labor de quien fuera durante cuarenta años la bibliotecaria del muncipio, María Nieves Pérez Acosta, poniéndole su nombre a la Biblioteca Municipal de Los Llanos. El Pleno, por unanimidad, así lo acordó a propuesta de la concejal de Cultura, María Rosario González.

En concreto, el pleno acordó a propuesta de la edil municipal que la Biblioteca Pública Municipal lleve el nombre de María Nieves Pérez Acosta, "en reconocimiento a su gran labor, habiendo mantenido durante sus cuarenta años de dedicación a esta institución, una continuidad en el servicio al público que la mantuvo viva en épocas de grandes dificultades".

María Nieves Pérez Acosta, que nació en 1925, entra a trabajar en el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane en septiembre de 1949 como administrativa, y es destinada desde un principio a la Biblioteca Pública Municipal. En 1978 asume en propiedad la plaza de auxiliar de la Biblioteca Municipal, jubilándose el 29 de septiembre de 1990. En noviembre de ese mismo año entra a sustituirla Miguel Santiago Pérez, que tras asumir durante varios años el puesto de bibliotecario, es el actual archivero municipal.

La concejal de Cultural ha destacado el papel que ha jugado en el devenir de este centro cultural la figura de la que fue su bibliotecaria. "Cuarenta años de servicio como encargada avalan una labor escasamente reconocida", dice para añadir que "haber mantenido todos estos años una continuidad en el servicio al público es un logro que muy pocas bibliotecarios en la Isla han conseguido".

"Gracias a ella -desctacó la concejal-, la Biblioteca pudo mantenerse viva todos esos años, convirtiéndose en una imagen de referencia para todos los estudiantes que en esos años pasaron por ella". "En épocas difíciles -añadió- ella mantuvo con dignidad un espacio público que en otras condiciones posiblemente no habría sido posible gestionar con igual profesionalidad y entrega, de tal manera que para muchas generaciones, el nombre de María Nieves Pérez está ligado indisolublemente a la Biblioteca Pública Municipal".

Según un artículo de Miguel Santiago Pérez publicado en la Revista Tagasaste en 1997, la Biblioteca Pública de Los Llanos de Aridane es el resultado de un largo proceso evolutivo en el que, "después de muchos tanteos y soluciones parciales, se llega a la realización práctica de esta Institución".

El acta de la sesión plenaria municipal con fecha 3 de febrero de 1897, presidida por el alcalde Bartolomé Pérez Cáceres, da cuenta que, tras haberse recibido en el ayuntamiento un lote de libros gracias a las gestiones en Madrid del diputado palmero Pedro Poggio y Álvarez, se habilitarán unas estanterías en las dependencias municipales para crear el embrión de la Biblioteca Pública, ya que (…) "todos los vecinos de esta Villa tienen el derecho a leer estos libros" (…).

Esta afirmación de apertura al público es la que hace pensar en la fecha de 1897 como la de la creación del servicio de Biblioteca Pública en el municipio.
Además de las actas municipales, el evento queda reflejado también en la prensa local de la época, con crónicas que informan sobre la creación en Los Llanos  de una biblioteca pública ubicada en una de las salas del ayuntamiento.

En 1947, siendo alcalde accidental Rafael Arroyo Felipe, se constituye la primera Junta de la Biblioteca Municipal de Los Llanos, la cual acordó, por unanimidad, nombrar primer bibliotecario a Pedro Hernández y Hernández, quien fuera Cronista Oficial del municipio.
La Biblioteca seguía ubicada en las dependencias del ayuntamiento y contaba en esta fecha con 1.420 libros.

El Ministerio de Educación nacional da cuerpo legal a la Biblioteca de Los Llanos de Aridane, "creándola" por Orden de 14 de abril de 1948.

Unos años más tarde, la Biblioteca se traslada a una casona canaria que estaba ubicada en el solar donde hoy se levanta la Casa de la Cultura.

En la década de los sesenta, y con el crecimiento económico y poblacional de la ciudad, la corporación municipal plantea la necesidad de buscar un nuevo espacio de mayor amplitud para la Biblioteca, así como integrarla en el Servicio Nacional de Lectura y en el Centro Coordinador de Bibliotecas de S/C de Tenerife. Así, y ante el proyecto de construir el edificio actual de la Casa de la Cultura, en cuya segunda planta sería instalada la Biblioteca, a finales de 1969 se traslada a un local de la calle Gral. Franco, arrendado a Carmen Hernández Díaz para dedicarlo de manera provisional al servicio de biblioteca. Este traslado, en principio previsto para dos años, se extenderá hasta el año 1981, cuando fue trasladada definitivamente a su actual ubicación. Las nuevas instalaciones fueron inauguradas el 15 de octubre de 1981 por el director del desaparecido Servicio Nacional de Lectura.