El Cabildo de La Palma, en colaboración con la Federación Insular de Lucha y el Ayuntamiento de Villa de Mazo, rendirá este sábado un merecido y sentido homenaje al centenario Lorenzo Bravo Pérez, quien desde muy niño ha estado ligado al deporte vernáculo.
El acto se celebrará durante la disputa del encuentro entre el Club de Luchas San Blas y el Club de Luchas Candelaria, mañana sábado, a partir de las 17:30 horas, en el Polideportivo Municipal de Villa de Mazo, y que corresponde a la Liga Cabildo Insular de La Palma.
Lorenzo Bravo Pérez, destacado de este deporte en la Isla, es hijo de emigrantes canarios y nace en Santa Clara, Cuba, el 5 de septiembre de 1912. Luego regreso al terruño de sus ancestros y se forjó una gran y positiva reputación como vecino y deportistas. Actualmente es el luchador más longevo de La Palma
Desde los años 30 del siglo pasado se convirtió en una figura destacada del deporte palmero, teniendo entre sus logros el inculcar a sus discípulos la necesidad de la preparación física para llevar a cabo el deporte con mejores garantías de éxito, tanto para la salud como para el desarrollo de la lucha en los terreros.
El consejero de Deportes, Basilio Pérez, indica que desde el Cabildo de La Palma se ha querido aprovechar esta ocasión para homenajear a Lorenzo Bravo Pérez, y en general a todas aquellas personas que lo largo de los años han trabajado para conservar una de las señas de identidad de la cultura palmera, y en esta ocasión del deporte de la Isla.
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PedroLuis
Buen detalle. Enhorabuena para él y para su familia.
Repasando la memoria no tengo recuerdos claros de haberlo visto luchar. Sí al Canelito, al que alude Pintao, del que también recuerdo el trauma que dejó a los vecinos de la época su fallecimiento en la revirada carretera del noroeste de Tenerife.
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andresfrancisco
una calle no, mas bien una estatua, que conmemore una bella epoca de nuestro deporte vernaculo. esta son las pequeñas historias, que hacen grandes a los pueblos pequeños. saludos.
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Pintao
Valga la ocación para felicitar al longevo bregador de los terreros, en una época en que la estética de la lucha canaria era bella y no estaba invadida de "luchadores de sumo" donde el peso parece ser lo determinante. Tampoco en aquellos tiempos existían tales colosos, pues la alimentacion a base de gofio, algún boniato e higos pasados no alcanzaba para tanto.
Me viene a cuento traer a la memoria otro mazuco que por los años sesenta y utilizando un arte fuera de lo común barría en los terreros de la Palma. No era otro que mi buen amigo Donato Leal (Canelito II) a quien la carretera se llevó joven y con muchas ilusiones pendientes. Coincidimos estudiando turismo y como muchachos ambiciosos, que éramos, practicando inglés.
La anécdota que tengo en mente fue del verano del 62 donde el amigo Donato recaló en la pequeña ciudad de Vetnor en la Isla de Wight donde se trabajaba en hostelería al mismo tiempo que se estudiaba y practicaba la lengua.
Todavía no habían llegado a la Palma las modas de camisas de flores y los muchachos juiciosos para salir se ponían el traje de los domingos por lo que en el panorama nocturno del verano británico y juvenil de la época parecía un poco fuera de tono.
Es proverbial lo pesados y por la época yo diría que xenófobos se ponía la muchachada británica jartos de cerveza y les dió por tomarla con el amigo, pues aúnque era un gran puntal, no era hombre muy corpulento, más bien de una raza de palmeros secos pero huesudos, pura fibra forjada de tirar por la guataca que tiempo para todo había. por lo que con camisa y corbata engañan un poco.
Dos muchachotes veiteañeros en compañia de unas minifalderas a la sazón también bien puestas de cerveza les dió por que Donato era italiano por lo tanto "spaghetti" era lo más bonito que le decían.
El bregador de incógnito, acostumbrado a bregar en terrenos difíciles contemplaba tranquilo el panorama, pero tenso. En una de esos epítetos de spaghetti, contesta tran tranquilo y en español, "spaghetti no, si no te dejas de machangadas vas a saber cuantas lentejas dan por un duro".
Esto dio pié para que el más valiente le tirara la chaqueta que doblada estaba encima de la barra y puesto en pie y sin mover un pelo con los brazos caídos a lo largo del costado dió pié para que el más atrevido le comenzara a hacer una especie de catas de lucha oriental que más bien parecían "machangadas".
Sin moverse un centímetro "jaló por la mano" y la terrible raqueta de tenis fue a impactar en un lugar que en la Palma se conoce por "el tronco de las orejas", al otro que venía lanzado ni lo tocó, pues bastó con agarrarlo por las hombreras de la camisa y con ayuda de un fino traspiés barrió el piso llevándose por delante algunas sillas.
Se hizo el silencio y comprendí que la audiencia había cambiado de opinión, vamos que comenzaba a ver las cosas de otra manera, como más dispuestea a estrar en razones.
La conclución que saqué fue que la cerveza "a la inglesa" es mala consejera pues quien les iva a decir a aquellos dos muchachos tan alegres que la ocación les iva a deparar la oportunidad de medirse en un terrero improvisado nada más y nada menos que con Canelito II, Pollo de Hoyo.
Salimos apresurados por mor de si el barman llamaba a la policía que tampoco con los estranjeros del sur eran menos xenófobos y al llegar a la casa y encontrarnos con unos compañeros que salían nos notaron como algo sofocados y inquiriendo la razón dijo Donato; "Ahí, coño, que tuve que darle un cachetón a un carajo de la vela".
Y visto con distancia y frialdad, puedo asegurar y aseguro que sólo fue apenas un cachetón. Carajo de la vela sin duda eran pues mira tu que no pararse a mirar con quien se estaban jugando los cuartos.
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Derisa
¿Por favor, Apurón, una foto para el HOMENAJE?.
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seloquedigo
Este señor si que se meresa una calle en Mazo
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