El puerto precisa de un remolcador más potente para asistir a los cruceros que vienen a la isla

El remolcador del puerto de Santa Cruz de La Palma se ha quedado obsoleto (tiene una antigüedad de 41 años) y eso hace que en situaciones de mal tiempo como la vivida el pasado viernes, en la que había viento racheado, los barcos de cruceros que podrían entrar con un remolcador en condiciones no lo puedan hacer porque el que existe carece de la maniobrabilidad y de la potencia que necesitan los buques de este tamaño.

Debido a esta situación, ya empiezan a surgir voces que están reclamando que se dote al puerto de un buen servicio remolcador, al menos durante la temporada de cruceros, para que no ocurra que no entren estas embarcaciones por falta de ese servicio que presta la empresa Boluda con una concesión del puerto.

Este mismo domingo el portacontenedor Beatriz sufrió una avería en el motor principal y no pudo entrar en el puerto hasta que no fue reparada la incidencia en mar abierto porque el remolcador actual no podía arrastrarlo debido a su escasa potencia de tiro.

Este hecho pone de manifiesto que hace falta un remolcador mejor porque, por ejemplo, cada vez que un crucero aborta la operación prevista en el puerto por el mal tiempo, como ocurrió el viernes con el AidaSol, pierde la isla. La explicación la encontramos en que hay muchas personas que están viviendo del turismo de cruceros (taxistas, comercios, bares, cafeterías, restaurantes, empresas de excursiones, etc), que sufren las consecuencias directas, con la pérdida de ingresos, cuando los barcos dan la vuelta y se van.