Guadalupe González Taño.
Mi abuela Orfelina, la de El Paso, le ponía peras al potaje. Y digo potaje porque en La Palma, como en otras Islas, se hace potaje y, en otras, puchero. Papá le pone trigo porque es de Garafía. Yo a veces le echo garbanzos y otras judías, lo que tengo más a mano. Y gofio de trigo, de millo o de mezcla según pueda cada uno. En casa se come con queso blanco y a mí me gusta acompañarlo con un plátano. Una manía como otra cualquiera.
Cuando me fui a estudiar a La Laguna descubrí que en Tenerife el potaje era puchero, el bubango se llamaba calabacín, y lo hacían con trozos grandes y no pequeños como en mi isla.
Nunca pensé que en Canarias hubiera un dogma de fe sobre cómo hacer un potaje o un puchero. Ni que sobre este asunto se fuera a derramar tanta tinta.
Ferran Adrià no vino a Canarias a decirnos cómo hacer potaje. Vino como el ídolo de los futuros cocineros y cocineras que es a decirles a nuestros chicos y chicas, estudiantes de Hostelería, que la cocina de aquí, de mi abuela o de papá o la mía, se puede hacer de otra forma. Que no hay una única forma de hacer las cosas porque lo del pensamiento único pasó a la Historia.
Si Messi hubiera venido a Canarias a jugar un partido de fútbol con chicos y chicas de fútbol base y no nos hubiera costado un duro seguro que habría mucha gente aplaudiendo.
Yo me alegro de que algunos chicos y chicas que estudian Hostelería en Canarias tuvieran la oportunidad de compartir un rato con el mejor cocinero del mundo.
Porque los canarios somos un potaje o puchero de mestizaje y culturas. No es, como dicen algunos, un problema de autoestima. Es más bien un problema de quienes no entienden que los chicos y chicas que viven en Canarias están orgullosos de ser canarios y canarias pero se sienten también ciudadanos del mundo.
Y ahora saben que, desde aquí, pueden llegar a ser como Ferran Adrià y conquistar lo que se propongan.
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Ivan4
“El ídolo de los futuros cocineros y cocineras”, “de fútbol con chicos y chicas”, “algunos chicos y chicas”, “están orgullosos de ser canarios y canarias”…¡Menudo potaje hace usted con las palabras…y cuánto puchero revuelto!
¡Diga LA PORTAVOZA directamente (voz-femenino)!
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sirinoke
Doña Guadalupe:
Pues sí, recuerdos de la infancia en los fogones familiares.
Yo también conocí el puchero en Tenerife porque en la Palma, por lo menos en nuestra casa no se hacía, pero permítame, son cosas diferentes: potaje es potaje y puchero es puchero, pero observo que los palmeros confunden el significado. El potaje es un guiso de carne, red o cerdo y verduras peladas y cortadas en trozos muy pequeños, pero éstas van variando según sea de judias, garbanzos, de lentejas, de trigo, de berros, … y se come con cuchara porque queda muy caldoso. Para hacer puchero no se pelan las verduras, se cortan en trozos grandes y se guisan en diferentes calderos en el caldo de la carne porque llevan distinto tiempo de cocción. Solo lleva garbanzos. Se sirve seco, sin caldo y se come con tenedor.
Una vez nos encontramos con un palmero y comentamos que íbamos a Pedro el Crusanteto a comer un puchero y con cara de no entender nada dijo; “Yo pa comer un potaje no me muevo de casa”.
Ferrán Adriá, grande. Todos los alumnos no tienen la suerte de recibir una clase suya.
Saludos y buen apetito.
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