Confían en que se resuelva de una vez el problema de los alojamientos turísticos en suelo rústico

La Asociación Casitas La Palma, colectivo constituido en el año 2000 y que aglutina a más de la mitad de los alojamientos turísticos en suelo rústico no regulados de la Isla de La Palma, con más de 2.500 camas y 400 propietarios, agradece la iniciativa del consejero de Política Territorial del Cabildo, Carlos Cabrera, de solicitar al Gobierno de Canarias la modificación del decreto 232/2010 de turismo, o la posible elaboración de un nuevo decreto de estándares o requisitos mínimos, ya previsto en el marco de la nueva Ley de Renovación y Modernización Turística de Canarias (Ley 2/2013) de 29 de mayo de 2013, con el fin de que se pueda recoger la casuística de unos alojamientos que desarrollan su actividad en el medio rural y que hasta ahora se ha visto seriamente comprometida por la falta de una normativa que dé encaje a las diversas tipologías y características de este tipo de establecimientos.

"Máxime cuando estamos hablando, como bien recuerda el consejero -indica la asociación- de uno de los soportes de nuestra economía insular, que conjuntamente con la oferta hotelera, resulta esencial para el desarrollo de la actividad turística en la Isla de La Palma". "No podemos olvidar que el turismo rural constituye un modelo diferenciado que encaja perfectamente con las características e idiosincrasia propias a nuestra Isla, donde la naturaleza, la agricultura, las costumbres y tradiciones, la cultura, etc., deben tener un papel preponderante, siendo la actividad turística un vehículo, más que apropiado, para su conocimiento y divulgación".

La asociación recuerda que esta tipología alojativa está muy extendida a lo largo y ancho de la Isla, concentrando a muchos pequeños propietarios que "de esta manera pueden complementar su día a día, contribuyendo de manera decidida al crecimiento de nuestra economía insular, aún falta de otras nuevas iniciativas que sean capaces de conseguir el desarrollo económico que tanto se ansia".

Al mismo tiempo, esperan desde Casitas La Palma que esta iniciativa no se quede, como ha pasado en otras ocasiones, en un mero gesto pre-electoralista, y se mantenga un seguimiento cercano, "como bien parece decirnos el Sr. Cabrera".

"Desde nuestra Asociación nos mantendremos atentos al devenir de los días, en pos de la consecución de este objetivo, que no es otro más que el de resolver un problema histórico; son muchos años a la espera de una solución que nos dé la tranquilidad necesaria y acabe con la incertidumbre y el desasosiego de un colectivo, especialmente paciente, que tan solo quiere que le permitan desarrollar su actividad dentro de unas condiciones adecuadas".

También aprovechan la ocasión para hacer un llamamiento a las corporaciones locales, más cercanas al ciudadano, para que tomen la debida conciencia de este problema y ayuden de una manera decidida a su resolución, "máxime cuando serán ellas las que deberán tener un papel preponderante en el encaje definitivo de esta actividad y su desarrollo consecuente, sin olvidar que también serán beneficiarias, en mayor o menor medida de que esta regulación se lleve a cabo".