El Cabildo tomará medidas para rescatar los oficios artesanos tradicionales en peligro de extinción

El Cabildo insular de La Palma tomará medidas para evitar que la artesanía tradicional de la Isla que está en peligro de extinción "muera" y por ello desde la Consejería de Artesanía se están haciendo gestiones para conseguir dinero, bien de fondos Leader o por medio de un reformado del presupuesto, para el desarrollo de un plan especial que permita rescatar oficios tan importantes como el de la cestería o latonero.

La consejera del área, María Victoria Hernández, indicó a elapuron que se ha constatado después de realizar un estudio que hace 20 años había más oficios en activo que ahora y que hay artesanías que tienen menos de cuatro artesanos y otras que no tienen ninguno en activo como la cestería de vara. El futuro no pinta mejor puesto que apuntó la consejera que por ejemplo cuando se jubilen las cuatro personas que hay dadas de alta de la seda, la tradición es muy posible que se pierda por falta de relevo generacional. En el caso del barro nuevo ya no hay producción y la cestería en todas su variantes se ha perdido, "hace años que no hace un cesto", dijo Hernández, y tampoco hay latoneros para hacer un farol.

La impartición de cursos de artesanía para mero "entretenimiento", más que para formar artesanos, puede ser una de las causas de esta situación y es que, según los datos que tiene la Consejería, solo el 0,5% de los asistentes que acuden a los mismos optan después al carné de artesano. Una dinámica esta a la que se pretende dar la vuelta, con el ánimo de incidir especialmente en los oficios que están en serio riesgo de perderse para siempre, algo que el Cabildo pretende evitar por todos los medios porque son tradición e historia. Esto significa que se acabaron los cursos para hacerse una pieza para uso cotidiano, precisó la consejera del área.

Del estudio realizado, otro dato que resulta curioso es que mientras los artesanos que trabajan la nueva artesanía viven de lo que hacen, los tradicionales la tienen como un complemento. Además, también contrasta el exceso de artesanía del bordado en las ferias, mientras que de otros oficios no hay prácticamente nada.