Presentan un estudio para "salvar" los 15 oficios artesanos en peligro de extinción

La Reserva Mundial de la Biosfera La Palma, ha presentado este viernes un estudio de las artesanías tradicionales de La Palma en riesgo de extinción. En concreto hay 15 que se encuentran en esta situación y se ha elaborado una guía para sensibilizar a la población sobre la importancia de fomentar el conocimiento y los valores de estos oficios. De hecho, está previsto su reparto entre los centros escolares y asociaciones de la Isla para que sean "proactivos" en la salvaguarda de este patrimonio cultural material e inmaterial.

El acto de presentación del estuido contó con la presencia del presidente de la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma, Anselmo Pestana Padrón, del gerente de la Reserva, Antonio San Blas Álvarez, así como de la técnica-antropóloga de la Reserva, Daniela Rodríguez Lorenzo y del presidente de ADER La Palma, Luis Vicente Martín.

Pestana indicó que van a trabajar con esta guía para concienciar al sector educativo y asociativo de la importancia de fomentar nuestro patrimonio cultural con el fin de que todo este conocimiento que ha pasado de generación en generación no se pierda.

La labor artesana, producto de una historia, de un entorno natural y de la inspiración creativa y el ingenio, es inherente al desarrollo del ser humano y está ligada a la explotación respetuosa y sostenible del medio ambiente. El conocimiento de los maestros artesanos, el know-how que está detrás del producto artesanal, es un componente muy importante del Patrimonio Cultural Inmaterial de una comunidad.

La Palma se ha caracterizado por el arraigo de las artesanías. En la actualidad hay 465 artesanos con carné en vigor que representantan a 65 modalidades artesanas, de las cuales 26 son consideradas tradicionales. Entre ellas 15 se encuentran en riesgo de extinción, (carpintería de ribera, pipas y cachimbas, hojalatería, herrería, jaulas, preparación de seda, tejeduría, cestería de mimbre, de vara, de colmo, de colmo y zarza, de palma, cantería, zurronería y zapatería), lo que se corresponde con el 15% de los artesanos, la mayor parte de los cuales tienen una edad avanzada y aprendieron el oficio de sus antepasados. El aspecto quizás más preocupante es que se percibe un escaso relevo generacional que permita la continuidad de la actividad y de todo el acervo cultural asociado.

Algunas de estas artesanías existían desde la época prehispánica, otras llegaron a la Isla tras la Conquista, y todas se han desarrollado durante siglos para satisfacer las necesidades de una sociedad agraria tradicional. Este patrimonio intangible acumulado durante muchas generaciones corre el riesgo de perderse para siempre.

Este estudio ha contado con la financiación del programa europeo LEADER.