CC pide un plan de acción para recuperar vuelos porque caen los turistas y la facturación

Cuando se presentan situaciones complicadas en la vida de los pueblos, la única manera airosa que hay a mano para salir del atolladero suele venir de la SOCIEDAD CIVIL, agrupada según sus intereses y con altura de miras para saber pactar, buscar el acuerdo que haga que todos tiren de la cuerda en el mismo sentido, y dejemos de buscar las soluciones en la "clarividencia" de los políticos de turno.

Demosles el papel que les corresponde y ellos se darán cuenta que son parte de la sociedad civil y no una casta que en el momento de ser político con mando en plaza, comienzan a ver la vida desde otro punto de vista. Las instituciones han de cumplir su papel, pero no erigirse ante la sociedad en los dueños de la llave del éxito de un sector como el turismo.

Ya el año pasado me lo imaginaba que el resultado del sector turístico en La Palma con los mimbres que lo sostienen era imposible que dependiera de Julio Cabrera, o de sólo cualquier otro estamento por mucho ruido que haga.
En el asunto turístico no han de ser los políticos los que se han de colocar en el centro del escenario, pues si pinta bien, a arrayarse el millo, pero si pintan bastos, a ocupar el lugar de la picota.

Está más claro que el agua que la maquinaria montada para llenar las camas turísticas de los grandes "destinos" de las otras islas, no funcionan en La Palma, porque por lo pronto a los que dirigen los hilos de esta industria no les ha convencido con claridad la posibilidad de "garantizar" a los hoteleros para que construyan "camas de calidad" para poder competir con otros destinos.
Como a muchos les gustaría que fuera.

Me da pena que mucha gente bien intencionada se desgañite gritando a los cuatro vientos que "tenemos que hacer complejos de calidad" y "elementos de ocio como campos de golf etc" para VER si así tos famosos TT.OO se fijan en nosotros y comienzan a "traer turistas".

Esto, y lo escribo por enésima vez, no funciona así, es una pescadilla que se muerde la cola porque nunca encontraremos a inversores dispuestos a meter ingentes recursos financieros sin contar con las "seguras garantías" de quien depende el gran flujo de turismo masivo que vemos en otras islas.

El porqué, habría que preguntarselo a ellos, pero me imagino que los tiros van porque a pasar de que la Palma es "un jardin de belleza sin par", este tipo de turismo hasta la fecha tampoco se ha vuelto loco de entusiasmo al visitar la isla y las pruebas hasta la fecha han salido digamos que insatisfactorias.

Si tenemos 12.000 camas que no llenamos hoy, es difícil que convenzamos a los grandes (que no son muchos, pues es un negocio bastante concentrado), para que lo intenten en serio.

Una de dos, o encontramos un mirlo blanco como Fred Olsen en la Gomera, que es a nivel Escandinavo un grupo tan potente que puede crear un producto, promocionarlo y llevarlo a cabo, por que tiene todos los medios, incluso el financiero, que tampoco es moco de pavo.

Un complejo digno o un campo de golf con sus servicios son un tipo de producto económico que si va bien genera un gran flujo de clientes con el consiguiente retorno de capital invertido y beneficios de su explotación en el tiempo, pero con tal de que la cosa no funcione y los planes de viabilidad no se parezcan al día a día, son un agujero que acumula números rojos como nada en el mundo, dado su alto coste de funcionamiento y que no permite este negocio acumular las mercaderías que no venda hoy para venderlas quizás mañana, sino que al acabar el día, las camas vacías no se pueden sumar a las de mañana y recuperar la media, simplemente se esfuman.

Es fácil de imaginar, quién construye un hotel no quiere que le pueda pasar lo de a el Aparcamiento del Puente.

A falta de un mirlo blanco que tenga capacidad de "traer turistas". lo que nos queda es tratar de ofrecer un tipo de vacaciones dentro de nuestras posibilidades pero mirando mucho la calidad y el buen servicio, que así podamos convencer de nuestras virtudes, con perfil propio y sin falsas promesas.
Si el producto Palma tiene su diferencial competitiva clara, seguro que habrá quien nos prefiera y justo en ese punto nace "la demanda", que viene a ser como el ungüento de Fierabrás que todo lo cura.

Si los apartamentos se van quedando viejos y no los renovamos, si el trato con el turista (extranjero, nacional, y de las otras islas) es impersonal indiferente y hasta hosco, tampoco vendrán estos, pues sin ir más lejos, cosas como lo que vi la semana pasada en el Aeropuerto de Gran Canaria, en la oficina de Binter, donde por muy poco más que a La Palma, podía volar a Madeira, Marrakech, Cabo Verde, Dakar, Banjul.

Vamos, que no es necesario sentir que la canariedad nos corre por la venas, que destinos tan exóticos y a tal precio, nos pueden tentar y hacernos olvidar por un momento las excelencias de la Isla Bonita.

Hemos de reunirnos todos los implicados, analizar, consultar a gente que sepa, pedir estudios de mercado, y tener la suerte de que formemos una comisión en la que todos creamos, y una vez definido lo que queremos, que necesariamente ha de ser algo que sea VIABLE, ponernos todos a cumplir en papel que nos toca, dentro de una necesaria libertad de mercado y libre competencia, respetando las reglas del juego.

Ya sé que todo esto es un rollo demasiado largo, pero espero que al menos diga cosas sencillas con los pies en el suelo. Las soluciones que en el futuro se encuentre, que se encontrarán, podrán ser muy complejas y enrevesadas, pero lo que no podrán dejar es de tener los pies en el suelo.