Informan de que se está atendiendo a todos los afectados por esta crisis para que, en la medida de lo posible, no se conviertan en víctimas de un problema que no han generado
Representantes de las patronales hoteleras canarias.
La quiebra declarada de Thomas Cook en la noche ayer domingo ha supuesto un duro golpe para el sector turístico canario, pues se trata del segundo turoperador por número de turistas en las Islas, con un volumen en torno al 25% del total de movimientos en Canarias. Esta quiebra solo afecta en principio al mercado británico de este turoperador, no así a los alemanes y escandinavos, cuyas filiales siguen por el momento operando con normalidad. Ante esta situación, las patronales hoteleras canarias Ashotel, FEHT, Asolan y Asofuer solicitan al Ejecutivo canario y al nacional en funciones un paquete de medidas que atenúe los posibles efectos, ante la quiebra del turoperador.
En primer lugar, informan de que se está atendiendo a todos los afectados por esta crisis ‒en torno a los 35.000 según datos del Gobierno de Canarias en estos momentos‒ para que, en la medida de lo posible, no se conviertan en víctimas de un problema que no han generado. Todas las patronales hoteleras españolas, coordinadas por la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), están preparando comunicados oficiales sobre la mejor forma de atender tanto a los clientes ya alojados, como a los que tenían previsto entrar y salir hoy en establecimientos de Canarias.
Las patronales insisten en la necesidad de abordar con la serenidad necesaria esta delicada situación para que la imagen del destino Canarias no se vea afectada por malas prácticas de los operadores, tal y como está ocurriendo en otros destinos no europeos con los que trabajaba Thomas Cook. Igualmente, quieren manifestar el rechazo al concepto “repatriación” de turistas británicos, que algunos medios y las propias administraciones públicas están utilizando, puesto que de lo que se trata es de ofrecer un servicio de atención profesionalizado en una situación no generada ni por el destino, ni por los turistas que han utilizado los servicios de la compañía. No se trata de una evacuación o de una repatriación. Por tanto, la imagen que se dé en estos momentos iniciales de la gestión de la crisis es fundamental, aun siendo plenamente conscientes del problema que representa la crisis del turoperador.
En segundo lugar, consideran que es necesario articular un plan de contingencia de atención, traslado y estancias en aeropuertos de Canarias para ofrecer el mejor servicio posible a todos aquellos usuarios de la compañía que pudieran verse afectados por retrasos en los vuelos, conexiones, etc.
Al Ejecutivo autonómico, con el que se ha estado en contacto telefónico en todo momento, se solicita, además, la activación de una campaña de promoción especial para el mercado británico y la apertura de una ronda de negociaciones con otros turoperadores y aerolíneas en las rutas y destinos en los que Thomas Cook operaba, a fin de poder reasignar cupos y rutas lo antes posible.
Al Ejecutivo nacional y como medida de extrema urgencia se hace imprescindible, dicen, la reducción a cero de las tasas aeroportuarias con efecto inmediato en los vuelos de entrada y salida de Canarias. En paralelo, se hace preciso activar de inmediato otras medidas, como son la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social para las empresas turísticas canarias que se hayan visto afectadas por la quiebra, a fin de que puedan seguir manteniendo el empleo en la temporada de invierno que está a punto de comenzar.
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