Mercedes Hernández: "Para nosotros es muy importante crear una marca que nos identifique fuera de la isla de La Palma"

Mercedes Hernández preside la Federación de Asociaciones de Empresarios de La Palma (FAEP) y analiza en esta entrevista para El Apurón la situación del sector comercial en la isla, los desafíos que afronta y sus retos de cara al futuro.

– ¿En qué situación se encuentra el pequeño comercio en La Palma?

“Nosotros tenemos la impresión de que se empieza a ondear una bandera reivindicativa, de lucha, de fortalecernos y crecer. No podemos permitirnos caer en el pesimismo, queremos huir de eso y creemos que estamos en el momento idóneo, por las nuevas corrientes, por los nuevos profesionales, por los nuevos emprendedores, de poner sobre la mesa nuevos proyectos, de exigir medidas y de reinventarnos. La nueva junta directiva de FAEP está muy llena de esa especie de bandera que se está ondeando, de dar un golpe sobre la mesa, muy propio de nosotros como palmeros y de nuestra idiosincrasia”.

– ¿A qué principales problemas cree que se enfrenta el sector?

“Uno de los principales temores es la brecha digital entre nuestro pequeño comercio y las grandes plataformas y superficies. Estamos intentando concienciar a través de proyectos, de nuevas ideas y propuestas, como es nuestra campaña de Navidad, cortar esa brecha. Que entiendan que las nuevas tecnologías pueden ser aliados que nos potencien, que nos permitan crecer y cruzar fronteras y que no se conviertan en una amenaza para nosotros. Las nuevas tecnologías son un problema al que nos enfrentamos pero tenemos que reconvertirlo en una ventaja, utilizando los mismos sistemas que emplean las grandes superficies: el marketing digital, la posventa, canales de venta,…. Creo que ese es el principal temor al que se enfrenta nuestro comercio”.

-¿El comercio electrónico está condicionando mucho al sector?

“Condiciona y está sobre la mesa. No obstante hay otros problemas a los que nos enfrentamos. Y medidas que se podrán poner sobre la mesa y que deberíamos articular. El comercio digital y la venta on-line en nuestro sector están haciendo un daño inmenso. Es constante el flujo de mercancías y ventas on-line que llega a nuestra isla. Ha crecido enormemente. La gente ha perdido el temor, la desconfianza y compramos a China”.

-¿Qué otras problemáticas afronta el pequeño comercio?

“El pequeño comercio necesita reinventarse, encontrar en sus diferencias, sus ventajas y evidenciarlas constantemente. Necesitamos caminar conjuntamente y huir del estancamiento. Necesitamos movilizarnos a través de nuestras asociaciones, agrupaciones empresariales, para, desde el conjunto, enfrentar cada uno de los problemas más fuertes, no uno a uno, como lo estamos haciendo, asociación por asociación, municipio por municipio. La falta de oportunidades que hay en nuestra isla para profesionales, que hemos invitado a irse pero no los hemos invitado a volver. Estamos en ese camino: plantear proyectos que tiendan la mano a traer el talento palmero que está fuera de la isla y algunos, en silencio, esperando esa oportunidad aquí.
Hay que vitalizar el crecimiento poblacional, buscando medidas que justifiquen de verdad que puedan asentarse nuevas familias, y, para ello, el TMT es una excelente oportunidad, no solo a nivel económico sino por todo lo que conlleva detrás, todas las oportunidades que puede generar en materia de empleo y educación. Esta construcción permitiría un impacto social de un calibre tan importante que no debemos poner dificultades ni piedras en el camino, sino tomarlo como una oportunidad para nuestra isla”.

-Hablando de la unidad empresarial, parece que no es mucha en La Palma. Existen varias asociaciones, dos federaciones de empresarios. ¿Cuál es el camino para conseguir esa unidad?

“Para nosotros el término correcto y estamos trabajando en ello es el de integrar, más que el de unir. El problema creo que reside ahí. No pretendemos desde la Federación que nadie renuncie a sus criterios, pero sí sumar con el esfuerzo y la capacidad de cada empresario para luego potenciarlo en conjunto. El problema está en que pensamos que nuestra fortaleza está en nuestra similitudes y nuestra fortaleza debería estar en nuestras diferencias. Por eso creo que el escenario ideal debe ser el de la integración. El nivel del personal y los equipos de trabajo que están al frente de las diferentes asociaciones, federaciones, es altísimo. Hay un nivelazo en los equipos de trabajo, que merecen todo mi respeto. Pero cada uno debe asumir el rol que le corresponde, cada uno debe hacer lo que mejor sepa hacer. Nuestras organizaciones empresariales no deben ser estructuras jerárquicas y rígidas, deben ser organigramas funcionales donde cada uno haga su función y lo que mejor sepa hacer. Deberíamos convertirnos de verdad en buenos compañeros, el equipo ideal de una carrera de relevos. Yo he oído mucho lo de la unidad, lo de una voz única. Lo ideal quizá no es que haya una voz única, sino que hayan muchas voces que mantengan un mismo mensaje, con el que nos sintamos identificados y reflejados todos”.

-¿Qué papel cree que debe jugar la Administración para mejorar el comercio?

“La Administración tiene un papel fundamental, que es trabajar en legislar y crear normativa que sople a nuestro favor en aduanas, aranceles e impuestos, que nos permitan competir en igualdad de condiciones. El sobrecoste del comercio palmero, en la recepción, en el envío de mercancías, más lo que le supone el producto, nos hace jugar con desventaja. Tenemos que luchar y exigir medidas que de verdad nos permitan crecer y que seamos un poco cómplices. El tema de la aduana, los impuestos o aranceles es fundamental para nosotros, y es una gran amenaza para nuestro sector. Una cosa que nos parece también muy importante es que las administraciones trabajen para dotar a las zonas comerciales del mobiliario, espacios de aparcamiento, de ocio familiar, que permitan mejorar la experiencia de compra de nuestros clientes y nos acerquen. Nuestra experiencia de compra debe ser diferenciada. Se debe convertir en una experiencia satisfactoria en todos los sentidos, no solo en la compra de los productos”.

-El aparcamiento sigue siendo un problema en municipios como Santa Cruz de La Palma. ¿Se están dando pasos para corregir esta situación?

“Nosotros hacemos reuniones con las obras de dinamización mensuales, donde reivindicamos eso. Quita una plaza, suma una. No solo las nuevas bolsas de aparcamiento, sino las ya existentes, acercarlas, con señalética e información adecuada, no solo para el cliente local, sino también para el extranjero. Que sepa dónde está el parking. No solo faltan plazas de aparcamiento, sino también la señalética para las actuales. Estamos muy encima no solo de la Administración insular, sino también de las locales con este tema. Creemos que se están dando pasos, quizá no al ritmo que necesitamos. Pero sería injusto decir que no se están dando”.

-También hay quejas desde las asociaciones de que las subvenciones se aprueban pero llegan tarde. ¿Qué llamamiento hacen para cambiar esta dinámica?

“Nos pasa en todos los ámbitos, local, insular y regional. Somos conscientes de que somos nosotros los que tenemos que apostar y mantener nuestras estructuras organizativas a través de las cuotas de nuestros socios. Pero no podemos plasmar proyectos de largo alcance o de gran calado sin al menos contar con las resoluciones en tiempo que nos permitan elaborar planes de actuación. Contar de antemano con una previsión de ingresos, con unos plazos de unas cuantías, es esencial para planificar equitativamente y responsablemente todos nuestros proyectos y acciones”.

-Formación y modernización del comercio ha sido una de las apuestas del sector, ¿se está avanzando en esta materia?

“Estamos muy vinculados no solo a nivel gerencial en idear campañas y establecer propuestas que nos permitan abordar las medidas que creemos necesarias. Para nosotros es muy importante crear una marca que nos identifique fuera de la isla de La Palma y esa es la principal justificación de nuestra campaña de Navidad. Es importante tener un branding comercial que nos diferencie y nos identifique fuera de nuestra isla , y en eso estamos. Huir del estancamiento. Nosotros contamos desde la Federación con el sector turístico como principal aliado. Para eso contamos con los mejores del sector en nuestra isla. Pero es cierto que tememos un poco a esas nuevas tecnologías y estamos luchando contra viento y marea por acercarlas y que irrumpan dentro del comercio y les permita reinventarse. Para nosotros las certificaciones de calidad son muy importantes, pero no son suficientes. Tenemos que hacer que nuestros clientes sean cómplices nuestros. Ellos son el termómetro que mide nuestra calidad y nos dice lo que hacemos bien y lo que hacemos mal. Para mejorar tiene que haber un informe que ponga sobre la mesa cuáles son nuestras ventajas, inconvenientes, y hacer una especie de road map a corto, a medio y a largo plazo, que nos diga de verdad cuál es el camino a seguir. Necesitamos ese informe que evidencie.
Una medida muy importante también es la especialización. Crear nuevos nichos de mercado, atrayendo nuevos compradores que están en circulación. Hay nuevos compradores que buscan no solo el producto, sino todo lo que hay detrás: producto ecológico, artesano, bio, nuestra artesanía, gastronomía. Nuevos compradores que buscan destinos mindful travel. Que les proporcionen no solo productos de calidad sino experiencias. Y para eso el sector turístico es clave para nosotros. Todos nuestros proyectos van dirigidos al cliente local, nacional y extranjero”.

– ¿Las zonas comerciales abiertas están funcionando bien?

“Las zona comerciales abiertas de nuestra isla son el punto de encuentro y de crecimiento de todo. A nivel social, cultural, son nuestras calles, donde convivimos con vecinos, clientes, familiares, y son un lienzo blanco para cambiar los hábitos de compra, no solo de los nuevos compradores, sino de los futuros compradores. Creo que se están dando pasos para trabajar mejor, de forma más coordinada, más responsable, sin pisarnos las agendas a nivel municipal, ni a nivel de asociaciones, pero nos parece fundamental que desde la Dirección General de Comercio del Gobierno de Canarias se trace un mapa de actuación claro, que analice de verdad la evolución y las necesidades de nuestro sector y de nuestras agrupaciones y asociaciones empresariales. Pero no con medidas en superficie, sino que de verdad analicen cuál es la evolución, con proyectos que incluyan, que no excluyan. Yo confío, con las últimas reuniones mantenidas, que se bucee en profundidad y que no vengan a plasmar soluciones en superficie, porque las soluciones que se necesitan son de raíz”.

– ¿Como definiría el año comercial en La Palma?

“Nosotros tenemos una tarea pendiente, que no es para 2020 sino para este año, que es la integración de todas las asociaciones y federaciones, que nos permita crecer en conjunto. Quizá las diferencias o dificultades a nivel de estructuras empresariales que hemos mantenido hayan pesado un poco en detrimento de cada empresario. No nos ha permitido crecer en conjunto al nivel que nos merecemos y que necesita nuestro comercio. Creo que hemos terminado un buen año. No queremos caer en el pesimismo, sino partir de la base de que este año, que ha sido muy complicado, que nos ha costado muchísimo, porque el factor político nos afecta ya que es clave a nivel de subvenciones y planes de actuaciones, lo terminamos con la ilusión y toda la esperanza de que 2020 va a ser de verdad el año de transición y piloto donde se forjen y de verdad se mezclen todos los ingredientes que necesitamos para crecer y fortalecernos, no solo dentro de nuestra isla sino fuera”.