Un joven agricultor de Barlovento regala 5.500 próteas en vez de tirarlas

Un joven agricultor de Barlovento, Wilber Ávila Cabrera, ha preferido regalar 5.500 próteas en su pueblo, valoradas en casi 3.000 euros, antes que tirarlas a la basura debido a la imposibilidad de comercializar la cosecha por los efectos de la crisis sanitaria del Covid-19, que se ha llevado por delante el mercado de las flores en Europa.

Pese a su edad, 28 años, Wilber Ávila tiene experiencia en el sector y lleva casi una década trabajando en una plantación de próteas, que explota junto a otro socio. Pero esta era la primera cosecha que recogía de una finca que era exclusivamente de su propiedad y que llevaba tres años preparando, con una potente inversión económica. Lamentablemente, después de tanto esfuerzo y sacrificio, el arranque no ha podido ser peor.

Justo en la jornada en la que se disponía a trasladar a la Cooperativa Próteas La Palma la primera parte de la cosecha, con las 5.500 flores que había cortado, le comunicaron que no lo hiciera porque no se podía comercializar debido a la situación que se está viviendo en Europa como consecuencia de la pandemia del coronavirus.

“Entonces decidí regalarlas, en lugar de tirarlas”. Wilber colocó los samuros en el centro del casco de Barlovento para que la gente se las llevara. Y así lo hicieron, comentó el agricultor, que al día siguiente pasó a recoger los samuros vacíos.

Las próteas recogidas que no pudieron salir al mercado y que luego regaló.

“Se hizo una gran inversión y tres años atendiéndolas para esto”, lamento Wilber, quien señaló que “estamos pasando por un momento malo”. Ahora, además de las flores que recogió, lo que se quedó en el campo “se va al suelo, se pierde”. Y es que el seguro solo cubre las condiciones climatológicas adversas.

De sus palabras se desprende impotencia y una gran desolación ante este revés considerable que ha sufrido, en medio de una crisis de dimensiones mundiales, ante la que hay muy pocas certezas.

Sin duda ha sido un palo grave para un sector que ha funcionado bien hasta ahora. “Siempre se han vendido las flores. No ha habido un problema de mercado nunca. Y no hay registro alguno de lo que se ha perdido”, concluyó.

Las próteas, en el campo, que no podrán salir al mercado.