NC se opone a la instalación de plantas de asfalto en espacios naturales

Ante las declaraciones efectuadas por el vicepresidente del Cabildo Insular abriendo la posibilidad de construir o instalar plantas de asfalto en zonas protegidas, el secretario de Organización de Nueva Canarias en La Palma, Miguel Ángel Pulido, plantea que "el problema es, como dice el dicho, que los que siembran viento recogen tempestades. Y con las plantas de asfalto se ha hecho tanta demagogia y se ha actuado con tanta irresponsabilidad por parte de algunos responsables políticos que ahora, aquellos que jugaron a utilizarlo como arma arrojadiza se encuentran en un callejón sin salida, pues no saben cómo resolver la instalación de estas plantas industriales necesarias para poder mantener y mejorar nuestras carreteras.

Para Miguel Ángel Pulido "desde Nueva Canarias tenemos la obligación de defender la legalidad urbanística y los intereses generales de la isla de La Palma, por eso demandamos del Cabildo que contribuya a agilizar la revisiones del planteamiento territorial y urbanístico, para resolver la necesidad de contar, en todos los municipios, con el suelo industrial necesario que nos permita avanzar en la diversificación de nuestro modelo productivo, promoviendo una reactivación del sector industrial insular, como un elemento clave que contribuya a ayudarnos a salir de la crisis, generando nuevo tejido productivo y el empleo que necesitan miles de hombres y mujeres de La Palma".

Por tanto, lo que tienen que saber los ciudadanos de La Palma, añade el secretario de organización de NC, "es que, para construir ese nuevo modelo de desarrollo, hay que revisar, adaptar y simplificar la planificación territorial y urbanística, tal como venimos proponiendo desde nuestra organización, partiendo de la base de que la oferta de suelo industrial planificado ejerce una influencia destacada en la dinámica inversora (atracción y fijación de empresas industriales) y la consolidación de la actividad dentro de cada isla, de modo que su déficit o ausencia en el mercado del suelo produce pérdida potencial de oportunidades de inversión y desarrollo industrial, al tiempo que imposibilita la expansión o crecimiento ordenado de las empresas industriales que necesitan ampliar su espacio productivo".

Y en el caso concreto de las industrias pesadas, como es el caso de las plantas de asfalto, añade Pulido "hay que tener en cuenta que el art. 42 de la Ley Territorial 7/2011, de actividades clasificadas y espectáculos públicos y otras medidas administrativas complementarias, ya no hace una remisión genérica al reglamento sino que señala que serán "los instrumentos de ordenación territorial y urbanística, así como las reglamentaciones técnicas que sean de aplicación" los que "establecerán las distancias entre industrias fabriles y explotaciones agropecuarias y núcleos de población", con lo que el régimen de distancias será el que, en cada caso, se establezca por los instrumentos de planeamiento, no por una reglamentación general; y, por otro lado, ya no existe una remisión general al Decreto 2414/1961, al aprobarse un nomenclátor propio autonómico.

Por tanto, concluye Miguel Ángel Pulido, "el Cabildo debería de dejarse de inventos y asumir con rigor la tarea que tiene encomendada que no es otra que ampliar el abanico de posibilidades que el territorio puede brindar para diversificar la actividad económica de la Isla posibilitando o ampliando la implantación de la actividad comercial, turística y de servicios, pero también la industria, ya sea pesada o de transformación. Y para ello, debe establecer un polígono industrial, en el que se asentarían esas actividades industriales de tipo pesado".