El Consejo Regulador demanda ayuda a la Consejería para los viticultores palmeros por la erupción volcánica y la sequía

El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Vinos La Palma, Adalberto Martín González, ha remitido un documento a la consejera de Agricultura del Gobierno canario, la palmera Alicia Vanoostende, con las demandas del sector vitivinícola para hacer frente a las consecuencias de la erupción volcánica y la persistente sequía.

Según los datos publicados por el Pevolca, a fecha actual, la viña es el segundo cultivo afectado por la lava con una superficie de más de 50 hectáreas. Los datos de la superficie afectada, según indica, corresponden a los datos obtenidos por la superposición de los mapas de cultivo que en el caso de La Palma es de 2017 y el mapa de las coladas de lava.

“Sabemos que desde 2017 hasta 2021 ha había un retroceso de la superficie de cultivo de viñedo en toda la isla debido, entre otras cosas, a la sequía que hemos sufrido en esos últimos años, a lo que se añade el escaso relevo generacional”.

“Desde el Consejo Regulador -indica Martín González en el escrito- estamos haciendo los cruces con las parcelas inscritas en nuestros registros para ver cuántas de las registradas tenemos afectadas realmente; según nuestros cálculos hay un mínimo de 30 hectáreas afectadas, según los registros del Consejo Regulador. Entre lo que está cubierto por la lava y lo cubierto por las cenizas”.

En este sentido, las necesidades que se plantean a corto plazo son las siguientes:

– Que los viticultores que tengan sus parcelas de viñedo en los municipios que se encuentran en el semáforo en rojo por la erupción (a excepción del municipio de Villa de Mazo ya que ya había terminado la vendimia cuanto comenzó la misma) y que no lleguen al mínimo de producción este año 2021, puedan cobrar la ayuda del POSEI para esta campaña.

– Que además se tenga en cuenta la sequía que ha sufrido el viñedo en la isla de La Palma, para que en esta campaña 2021, los viticultores que no lleguen al mínimo de producción puedan cobrar la ayuda del POSEI.

– Que los viticultores que tengan sus viñas sepultadas por las cenizas volcánicas y que quizá el próximo año no tengan cosecha, ya que estarán en la fase de limpieza del terreno y recuperación de las parcelas, que puedan cobrar la ayuda del POSEI de 2022, aunque no lleguen al mínimo de 400kg/ha.

Necesidades a medio plazo:

– Necesitaríamos disponer de agua de riego para poder garantizar la supervivencia de las nuevas plantaciones que se hicieran, al menos los primeros años para darles riego de apoyo. Téngase en cuenta que la viña es un cultivo tradicionalmente de secano y que nunca va a tener los requerimientos hídricos que necesitan otros cultivos, por tanto el cultivo de la viña es fundamental de cara a la transición ecológica que debemos en prender de ahorro de agua a corto, medio y largo plazo.

– En cuanto a las ayudas a la plantación, tendrían que articularse una batería de ayudas específicas, dado que los actuales planes de reestructuración no están pensados para esto y por lo tanto, los afectados no podrían acogerse a los mismos. Lo ideal es que sean ayudas nominativas a fondo perdido previa solicitud de los interesados.

– También sería importante disponer de planes de empleo específicos, así como de planes formativos encaminados a dinamizar el sector.

– En cuanto al suelo, tendría que buscarse una superficie equivalente de suelo al sepultado por las coladas de lava. Por ejemplo podrían destinarse aquellas parcelas que en algún momento fueron cultivo y ahora se encuentran en estado de abandono.

– Sería imprescindible buscar ayudas para indemnizar a los viticultores afectados que hayan pedido sus plantaciones bajo las coladas de lava.

– Es imprescindible, cuando finalice la erupción, buscar subvenciones en concepto de mano de obra para ayudar a retirar las cenizas de las parcelas afectadas. Según los datos del Consejo Regulador hablamos hasta la fecha de más de 15 hectáreas que podrían encontrarse en esta situación.

Propuestas concretas a medio- largo plazo:

– Plan de reactivación del viñedo a 10 años vista.

– Creación de Comisión integrada por el Consejo Regulador de La Denominación de Origen de Vinos La Palma, el Cabildo Insular, el Gobierno de Canarias.

– Paquetes de ayudas específicas para nuevas plantaciones.

– Proyectos de investigación y desarrollo, I+D variedades locales resistentes frente al cambio climático.

– Inversión en infraestructuras hidráulicas, pistas y caminos, demanda que tienen los viticultores de la zona desde hace años.