La balsa de Vicario será un complemento ideal pero no estará terminada hasta finales de 2016

Aunque las competencias en materia de aguas están delegadas en los cabildos y en los consejos insulares de agua de cada isla, el nuevo director general de Aguas de Canarias, el palmero Juan Ramón Felipe, ya ha mantenido varios encuentros en La Palma para tomar el pulso a la realidad insular en esta materia.

En este sentido, indicó que la prioridad que se han marcado desde la dirección general para la Isla es seguir mejorando la captación, distribución y almacenamiento del agua, y, "por supuesto, garantizar la calidad de la misma para la agricultura y para los hogares".

Terminar la balsa de Vicario es también otra prioridad, pues, según indicó, se trata de una infraestructura importantísima que va a ser el complemento "ideal" para La Palma en caso de rotura de alguna de las balsas existentes. "Tiene tanta capacidad como la Laguna de Barlovento y también sirve para dar riego a toda la zona del Valle y para trasvasar agua de una presa a otra en caso de rotura". Los trabajos sin embargo no han acabado y balsa con "suerte", dijo, estará terminada a finales de 2016.

El nuevo director general desde que tomó posesión del cargo, el 27 de julio, se ha reunido ya con técnicos del Consejo Insular de Aguas y de la Consejería de Agricultura del Cabildo de La Palma, también con la Cámara de Aguas de La Palma, y asistió a la reunión de organización del Consejo Insular de Aguas, además de haber constatado sobre el terreno la marcha de las obras de la balsa de Vicario. En su agenda también han incluido visitas a Gran Canaria y Lanzarote para abordar distintas cuestiones.

En líneas generales indicó Felipe San Antonio que la prioridad de la dirección general que dirige va a ser la de "seguir las directrices que nos están marcando en Europa en materia de agua y en las que no estamos al día". Recordó que hay una directiva marco del agua de la UE del año 2000, cuya primera fase se tenía que haber cumplido en 2009 y la segunda fase en 2015, pero "la realidad es que en toda España y también en Canarias la primera fase se está cumpliendo en este año". La directiva insiste mucho en cuestiones como la calidad del agua, la ordenación de los recursos hídricos y la contaminación del acuífero y "esa es la línea que creo que se debe seguir desde la Dirección General de Aguas".

La dirección general desempeña una labor de vigilancia, control, seguimiento, apoyo, coordinación, y de buscar financiación de Europa que a su vez viene a España y luego a Canarias, unas partidas que luego se priorizan en función de lo que hayan dicho ya los consejos insulares de cada isla, porque las actuaciones están delegadas pues cada isla es una demarcación hidrográfica con sus peculiaridades.