La Consejería de Turismo del Cabildo de La Palma, que dirige Raquel Rebollo, trabaja con el Ayuntamiento de Barlovento en la estrategia de promoción turística insular, tal y como se acordó en el encuentro con los municipios de la Isla celebrado recientemente.
Rebollo ha visitado, junto a representantes del Consistorio norteño, los principales enclaves turísticos del municipio, con el objetivo de conocer de primera mano los recursos disponibles y analizar las necesidades de los mismos para trabajar conjuntamente en su mejora, de cara a contar con unas infraestructuras en las condiciones óptimas para residentes y visitantes.
“Nos hemos marcado en este mandato el objetivo de trabajar con los 14 ayuntamientos para unificar la estrategia de promoción insular y poder potenciar los principales atractivos de La Palma, tanto de los municipios ya posicionados a nivel turístico como aquellos que tienen potencial, para los que incidiremos en su promoción”, explica.
La consejera ha visitado una plantación de café del municipio, el Mirador de La Tosca, La Laguna de Barlovento y el entorno de las piscinas naturales de La Fajana, donde se ubica el mirador literario inspirado en la célebre escritora china Echo Chen, más conocida como Sanmao.
Asimismo, cabe destacar que la responsable insular de Turismo seguirá visitando las localidades palmeras con representantes locales y personal técnico del Servicio, a fin de continuar avanzando en una estrategia conjunta de promoción turística.
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Falta promocionar la vuelta a la isla en burro y llenar los alojamientos . Cada día vienen menos turistas . Esto empieza a ir del 10
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Astrazeneca
Piensan que los turistas son tontos y se dejan estafar habiendo otros sitios turísticos mucho más baratos y de mejor calidad. Luego desciende el número de turistas y se quedan sorprendidos.
De todos modos el turismo lo único que hace es arruinar la isla, la gente de a pie ve que cada día la cesta de la compra es más cara y de peor calidad, los alquileres cada vez más caros, todo más caro y los sueldos como antaño, menos dinero que entra en los bolsillos palmeros y todo más caro.
Con el turismo llegan miles de inmigrantes sin cualificación a trabajar en el sector servicios por un plato de lentejas. Si un inmigrante acepta un trabajo por dos céntimos, le van a pagar mil euros a un palmero, que espere sentado.
La Palma se hunde sin remedio.
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