Juan Cutillas: "Por tener 75 años no tenemos nada garantizado. Se ha trabajado mucho para llegar hasta aquí, pero habrá que trabajar otro tanto si queremos seguir"

Taller Cutillas se ha ganado a pulso un lugar destacado en la historia empresarial palmera. No es nada fácil conducir una empresa familiar, en el cambiante y exigente universo del automóvil, hasta los 75 años de vida con salud de hierro y sin perder comba ante las nuevas tendencias del mercado y la sociedad. 

¿Cuál es la clave? Pasar un día por sus instalaciones, te puede dar una idea de lo que significa gestionar con cabeza pero también con corazón una empresa para que quien trabaja en ella y sus clientes sientan  que aquello, de alguna manera, forma parte también de ellos . Cercanía, empatía, el buen trato,…junto con la profesionalidad en el trabajo son los ingredientes que hacen de una empresa familiar, una buena empresa familiar, algo distinto a sus competidoras. Aunque pueda sonar cursi, hay algo de alma en lo que se hace y cómo se hace, y eso se nota.

Juan Antonio Cutillas Morales (Los Llanos de Aridane, 1973), que sucedió a su padre, el añorado Roberto Cutillas, al frente de la dirección de la empresa, recalca la trascendencia de “mantener el carácter y el espíritu familiar con el que se fundó”. Hoy en día cuentan con alrededor de 45 trabajadores y han ido ampliando el número de marcas que representan en La Palma y diversificado la actividad, así como expandiendo territorialmente el negocio.

“El Taller, que lo fundaron mi padre y sus hermanos, empezó siendo un centro de servicios para motos, cerrajería, pozos, (…), fue creciendo y nos fuimos especializando en el automóvil. Mi padre ya trabajaba con Renault. Luego llegó Dacia, después surgió la oportunidad de instalarnos en la zona industrial de Los Guinchos (Breña Baja), y entramos con más marcas, incorporando las que trabajaban nuestro socio: Nissan, Kia, Mitsubishi, Isuzu en industriales, y Mazda, que la hemos cogido ahora.Y lo último que se ha incorporado al grupo son marcas chinas, que a La Palma llegarán en breve”.

Lo cierto es que Taller Cutillas, profundamente arraigado en Los Llanos de Aridane,  dio el salto a la comarca este de la isla de La Palma en plena crisis financiera de 2007, asumiendo un riesgo considerable en un contexto de graves dificultades. La empresa ha logrado así consolidarse no solo en Los Llanos de Aridane, sino también en Breña Baja, Breña Alta y, próximamente abrirá las puertas una nave en el municipio de El Paso.

Será en El Paso donde además de la venta de vehículos de segunda mano, tendrá la base una de las nuevas actividades empresariales del grupo, como es la distribución de recambios de una marca potente en el mercado como es Recalvi. 

A esto se suma la puesta en marcha de una empresa medioambiental, Movelco, destinada a la gestión de los postes de recarga eléctrica, para empezar próximamente con paneles solares. “Ya estamos instalando a los clientes que compran un vehículo eléctrico el cargador, pero también queremos ampliar a placas solares”. Con esta diversificación de la actividad empresarial, “podemos estar en todas las áreas vinculadas al automóvil”.

CARÁCTER

De vueltas al carácter de la empresa, Juan Cutillas reivindica el concepto de Taller porque “es el nombre de donde vienen las cosas y es un referente a nuestro origen”. “No se debe olvidar nunca de dónde se viene. Por tener 75 años, que es una fecha, no tenemos nada garantizado. Se ha trabajado mucho para llegar hasta aquí, pero habrá que trabajar otro tanto si queremos seguir. Somos y empezamos como Taller. Hay valores que no se pueden perder”.

En la conversación que mantenemos con el director de Taller Cutillas, hay una constante referencia al carácter familiar de la empresa. De hecho, subraya que “nuestros socios son también una empresa familiar, Motor Arisa”.  Taller Cutillas forma parte también de la Asociación de Empresas Familiares de Canarias, donde solo hay otras dos empresas palmeras.

Uno de los momentos críticos en las empresas familiares es el relevo en el timón. El uno de noviembre de 1995, Juan Antonio Cutillas comenzó a trabajar en el Taller. “Mi padre fue poco a poco soltando lastre e hizo muy cómoda la transición, con respeto y confianza”. 

Esa confianza no es gratuita. Quien cogía las riendas de la empresa sabía lo que era el negocio desde abajo. Y eso seguramente daba mucha seguridad a quien lo había gestado. En el proceso para formarse como Coordinador Técnico de Renault, tras realizar los estudios de Automoción, Juan Cutillas comenzó trabajando como mecánico, cambiando el aceite a coches en un taller de Madrid. 

Con todo y ya vamos aterrizando, la clave para perdurar 75 años en el mercado es “saberse adaptar”. “En nuestra empresa no hay una rotación excesiva de personal porque comprenden a diario que hay que adaptarse a los cambios continuos que existen”. “La Palma fue innovadora y pionera en comercio, y algo de esa semilla sigue existiendo”, añade. 

Taller Cutillas ha conservado su patrimonio industrial.

Taller Cutillas apuesta e invierte en la formación de su equipo profesional y su director valora que la aportación de los empleados ha sido trascendental. “Los trabajadores han aportado mucho”, sentencia.

Taller Cutillas no está al margen de la realidad social de La Palma. De hecho, la empresa participa en programas de Responsabilidad Social Corporativa. Además, como consecuencia de la erupción volcánica, Renault Group realizó una potente donación solidaria para las personas afectadas por el volcán. 

Juan Antonio Cutillas no oculta que en alguna ocasión ha estado tentado de dar el salto a la política, su padre fue consejero del Cabildo Insular de La Palma, pero le ha retenido la imposibilidad de combinarlo con su actividad empresarial. No es de hacer las cosas a medias. “He entendido que si tengo que dar el paso, tendría que abandonar el trabajo en la empresa que me gusta mucho”. 

En cualquier caso, sí que tiene claro que respetando cada uno su espacio, administración y empresarios, “tenemos que trabajar de la mano todos los que queremos ir en positivo”. “Hay que dar un golpe sobre la mesa, administración y empresarios, y decir quiénes estamos dispuestos a colaborar y cómo para sacar esto adelante”. 

“No voy a decir nada nuevo, pero ahí están los datos de la isla de La Palma, y los datos no son buenos. Sumar entre todos pero respetándonos mucho la parcela de cada uno. No se debe ver a ninguno de los lados como una amenaza. Hay capital humano para que esto salga adelante”, agregó.

UNA AFICIÓN HECHA SERVICIO PÚBLICO

Con la erupción volcánica, los vuelos de dron se hicieron aliados de la gestión de la emergencia, la labor científica y la información ciudadana para conocer la evolución de las coladas que amenazaban propiedades.

Ahí estuvo Juan Cutillas con Niguel, con quien forma equipo, realizando vuelos altruistas de dron, como tantas otras personas que cultivaban esta afición, para informar a la población del Valle de Aridane. “Hicimos un trabajo enorme de móvil a móvil”, recuerda. 

Luego llegó Resiste La Palma’, publicando en el canal de YouTube y en otras redes sociales vídeos de vuelo con dron de una enorme calidad. Han ido un paso más allá y cuenta con una webcam en directo del volcán. “Otros cerraron su negocio y se fueron, nosotros seguimos aportando información con los dron de forma gratuita”, concluye.