El Telescopio Nazionale Galileo.
Un equipo Internacional de científicos ha utilizado datos del espectrógrafo de alta resolución HARPS-N instalado en el Telescopio Nazionale Galileo del Roque de Los Muchachos, para estudiar el sistema extra-solar TOI-4515 y hacer luz sobre la formación y evolución de los planetas llamados Júpiter cálidos que orbitan muy cerca de sus estrellas huésped.
Se han desarrollado diferentes teorías para explicar las orígenes y propiedades de los planetas extra-solares gigantes que orbitan muy cerca de sus estrellas pero ninguna de ellas por sí sola puede explicar todas las propiedades de los Jupiters cálidos, planetas gaseosos gigantes y muy similares a Júpiter pero que orbitan muy cerca de sus estrellas. El estudio de estos planetas es crucial para desarrollar teorías sobre su formación y evolución.
En este contexto el sistema planetario de la estrella TOI-4515 (a una distancia de unos 632 años luz de nosotros) ha sido completamente caracterizado gracias a un análisis conjunto de diferentes instrumentos entre ellos el cazador de planetas extra-solares HARPS-N instalado en el telescopio italiano, Telescopio Nazionale Galileo. En particular HARPS-N ha permitido llevar a cabo un estudio del planeta en este sistema, llamado TOI -4515 b, gracias al seguimiento de las perturbaciones de la luz proveniente de su estrella huésped. En otras palabras, la presencia del planeta hace que la estrella no quede quieta si no que oscile y estas oscilaciones son captadas en el espectrógrafo HARPS-N con el método de las velocidades radiales.
Gracias a estos estudios los astrónomos han descubierto que TOI-4515 b tiene un radio parecido al de nuestro Júpiter pero el doble de su masa. Además a diferencia de Júpiter que tarda casi 12 años en orbitar alrededor del Sol, este planeta se mueve en una orbita muy elongada y en poco más de 2 semanas completa una vuelta alrededor de su estrella.
Este descubrimiento pone diferentes preguntas sobre la formación y las historias dinámicas de estos tipos de planetas: considerando las características de la estrella anfitriona existe la posibilidad de que cuando aún el sistema se estaba formando, se crearon diferentes planetas gigantes gaseosos que empezaron a colisionar , teniendo como consecuencias un cambio en la forma de la órbita del planeta.
“Los astrónomos estamos aprovechando las enormes capacidades de HARPS-N para caracterizar muchos sistemas planetarios extra-solares. Estos estudios nos han permitido quedarnos como líder en este campo y ser competitivos a nivel internacional” añade la primera autora del artículo Ilaria Carleo (INAF-Osservatorio Astrofisico di Torino e Instituto de Astrofísica de
Canarias) .
El artículo acaba de ser publicado en la revista científica Astronomy & Astrophysics.
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