Estudios de la ULL destacan el estado "bastante bueno" de los acuíferos de La Palma y El Hierro

La Universidad de La Laguna ha publicado un reportaje (Ciencia para combatir la sequía), realizado por la Unidad de Cultura Científica Cienci@ULL, en el que aborda la labor que realiza uno de los grupos que trabaja para aportar soluciones a la crisis hídrica que sufre Canarias y que está liderado por Juan Carlos Santamarta, del departamento de Ingeniería Agraria y del Medio Natural. Destacan que la Universidad de la Laguna posee una larga trayectoria de investigación en el amplio campo del agua, desde su análisis hasta su impacto económico y social.

El investigador señala en dicho artículo que estamos en una situación excepcional “sobre todo para la agricultura”. Los niveles de las balsas en las islas aventuran unas más que probables restricciones de agua al sector agrario, con las consecuencias que esto conlleva, “toca amarrarnos el cinturón en el sentido hidráulico”.  

En el citado reportaje, se pone de manifiesto que el acuífero es un sistema resiliente, que resiste algunos años de sequía sin dar síntomas de agotamiento. En el caso concreto de la isla de El Hierro y La Palma, los acuíferos estudiados por su equipo “el estado es bastante bueno, tanto en calidad como en cantidad, pero no son comparables al acuífero de Tenerife donde el consumo de agua es mucho mayor”. 

Ponen también de manifiesto que algunos de los trabajos realizados por este equipo, van encaminados a discernir quienes son los grandes consumidores de agua de las islas. Así, en las islas occidentales, el gran consumidor de agua “que gana por goleada” es la agricultura. Esto es así en todas las islas menos en Lanzarote, donde el consumo urbano y turístico lleva la delantera. 

En el caso concreto de  la isla de La Palma, estiman que el consumo de agua destinado a la actividad agrícola ronda el 80% del total. Llegando al 50% en Tenerife. “Si no hay lluvias que de manera natural puedan satisfacer las demandas hídricas de los cultivos tendremos que destinar más agua a este sector”. Esto teniendo en cuenta que el consumo urbano es el prioritario.

El trabajo periodístico de la ULL destaca que la paradoja del agua en agricultura en Canarias es que en los últimos años -uno antes que el otro- se ha apostado por dos cultivos que tienen una sed legendaria: el plátano y el aguacate. “Cada kilo de plátanos producido consume unos 500 litros de agua. Algunas producciones la han bajado a unos 300 litros. Un kilo de aguacates consume sobre los 800 litros de agua”. Equivalente a 160 garrafas de 5 litros. “Evidentemente el agricultor planta aquello que le da rendimiento económico, es el consumidor el que debe elegir si compra cultivos ecológicos, con menos consumo de agua o no”.

Juan Carlos Santamarta lidera tres proyectos Horizonte Europa sobre esta temática. En Arsinoe realizan los modelos hidrogeológicos de El Hierro y La Palma. En proyecto Natalie estudian la utilización de sistemas basados en la naturaleza, en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura. Génesis es el último proyecto europeo en el que participa. En él se estudian soluciones basadas en la naturaleza aplicadas a aguas subterráneas, como el uso de cierres hidráulicos para almacenar el agua en el interior del acuífero.