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Destilerías Aldea promueve una iniciativa solidaria para ayudar en la reconstrucción de Bodegas Tendal

Un momento del acto.

Un proverbio africano reza así: “Si quieres ir rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”. Esa frase en boca de María, la hija de los enólogos Nancy Castro Rodríguez y Constancio Ballesteros Magán, propietarios de Bodegas Tendal en Tijarafe, justo el día después de ver cómo el fuego de un incendio forestal destruía hace un año el trabajo de toda una vida, despertó el sentimiento solidario de José Quevedo, maestro ronero y propietario de Destilerías Aldea.

La desgarradora imagen del esqueleto calcinado de las instalaciones de la bodega y la de miles de botellas del apreciado vino de montaña destruidas para siempre, quedó grabado en su mente. A su paso, el voraz incendio iniciado en Puntagorda el pasado verano y que terminó afectando a la zona vitivinícola de Tijarafe, había acabado en pocos minutos con la bodega situada en unas cuevas excavadas en la montaña de Bellido.

A José Quevedo, Nancy Castro y Constancio Ballesteros les une una profunda amistad, pero también el sentimiento compartido del trabajo duro y la lucha constante para sacar adelante su empresa; su sueño. Quevedo no lo dudó, y así surgió la idea de impulsar una iniciativa solidaria para ayudar a la reconstrucción de Bodegas Tendal que se presentó hoy, día 18 de julio, un año después de que el fuego lo devorara todo a su paso.

La presentación de este acto solidario ha contado además con la presencia del presidente del Cabildo de La Palma, Sergio Rodríguez Fernández; el consejero insular de Agricultura, Alberto Paz Hernández; la consejera de Promoción Económica, Miriam Perestelo; la alcaldesa de Tijarafe, Yaiza Cáceres Lorenzo; los propietarios de Bodegas Tendal, el enólogo Constancio Ballesteros Magán propietario de Bodegas Tendal; y con el propietario y maestro ronero de Destilerías Aldea, José Manuel Quevedo Hernández, impulsor de esta iniciativa solidaria.

El presidente del Cabildo, Sergio Rodríguez se mostró especialmente emocionado “por el objetivo de la iniciativa. La solidaridad ha estado muy patente en los últimos tiempos en la isla de La Palma. Y también para dar respuesta a casos particulares, como el de Bodegas Tendal. La Administración está para que la ayuda sea práctica. Por eso cobra relevancia esta iniciativa de Destilerías Aldea, para ayudar a superar una situación muy compleja derivada del incendio del año pasado”.

“Debemos sentirnos orgullosos de nuestra gente, del calado de personas que están detrás de estas empresas, y que son reflejo de hacia donde tenemos que ir en esta Isla”, advirtió el presidente insular, quien aseguró sentirse “especialmente orgullo de estas empresas. Son un modelo a seguir, y quiero felicitarlos de corazón”.

Sergio Rodríguez puso en valor tanto Destilerías Aldea como Bodegas Tendal por su labor empresarial y por el gesto de colaborar. “Estas son las iniciativas que debemos fomentar desde las administraciones públicas. Creo en las posibilidades de la Isla y su talento, y estaremos siempre para apoyarles”, añadió.

Por su parte, la alcaldesa de Tijarafe, Yaiza Cáceres, dijo sentirse “muy afortunada de poder participar en este acto. Hace un año vivimos momentos muy duros en el incendio que asoló Tijarafe y Puntagorda”. Para la edil, “de todo lo malo se pueden sacar cosas buenas. Los palmeros tienen ese poder de resiliencia, y lo que estamos viviendo hoy es una demostración de ello. Me ha impactado esta iniciativa y me demuestra que el ser humano es bueno. Este favor hay que devolverlo comprando la botella para ayudar a la reconstrucción de la bodega y en agradecimiento a Destilerías Aldea por su iniciativa”, señaló.

José Quevedo, maestro ronero y propietario de Destilerías Alea, explicó que el objetivo de esta iniciativa siempre fue “que la venta de la botella sirviera para la reconstrucción de Bodegas Tendal y que pudiera recuperar su funcionamiento normal”. El hecho de que durante este año hayan podido reponerse y poder hacer la vendimia es un primer paso. “Eso solo les ha permitido no tener que cerrar, pero necesitan oxígeno para recuperarse y mejorar la actividad, y además reconstruir la bodega. Entre todos tenemos que seguir apostando para que sea posible”, advirtió Quevedo.

Quevedo recordó, “que las ayudas deben llegar en el momento. A nosotros nos ha llevado tiempo de maduración poder lograr esta edición limitada de 300 botellas, cuya venta irá íntegramente a la reconstrucción de la bodega. Espero que este granito de arena sirva para que vuelva a ser la bodega de antes”.

Por último, Constancio Ballesteros quiso dar las gracias a la familia Quevedo en nombre de su empresa y equipo de trabajo de Vinos Tendal por la iniciativa. “Esto lleva mucho trabajo detrás. Este año hemos tenido muchas ayudas institucionales del Cabildo de La Palma, Ayuntamiento y Gobierno de Canarias, que nos ha permitido mantener la actividad y respetar los puestos de trabajo de la empresa, además de dar servicio a los viticultores”, advirtió. Esta edición limitada con un ron envejecido en una barrica de malvasía “es un largo proyecto que hoy ve la luz y que, aunque parezca un granito de arena, nos da empuje para seguir”, concluyó.

Destilerías Aldea, de la mano de su maestro ronero y propietario, José Quevedo, ha presentado una cuidada edición limitada de 300 botellas de Ron Aldea, maduradas en una barrica de vino malvasía de Bodegas Tendal recuperada el incendio y restaurada, que llevará el nombre de Tendal. Todo lo que se recaude con su venta irá destinado íntegramente a la reconstrucción de la bodega palmera, una de las más jóvenes de la Isla, pero que ha logrado en sus 13 años de existencia convertirse en un referente de la Denominación de Origen vinos de La Palma, gracias a sus excelentes vinos de alta montaña y su bodega submarina.

Botellas solidarias. No todo se perdió con el incendio forestal. Algunas botellas se salvaron de las llamas y se han convertido en un reclamo para la reconstrucción de la bodega. Sus propietarios han podido recuperar una partida de la marca O´Daly variedad Tintilla, Castellana, Prieto y Listan Negro, añada 2021, maduradas en barricas de roble americano y posteriormente en botella.

De esta forma, Nancy, Constancio y su hija María se han aferrado a la esperanza del resurgir de Bodegas Tendal. Con la compra de cada botella, que simbólicamente se vende al precio de 100 euros, aunque se puede donar una cantidad superior si se quisiera, se han puesto los cimientos para el esperado regreso de la bodega.

La forma de pago es sencilla. Por transferencia en la cuenta de CaixaBank: ES29 2100 7115 2302 0008 3396, cuyo titular es María Nancy Castro Rodríguez y añadiendo en el concepto: venta solidaria. La otra forma es mediante correo postal certificado a Castro & Magán S.L., Camino Bellido Alto s/n, Tijarafe 38780, S/C de Tenerife. Una vez realizado el pago, las `botellas de la esperanza´ quedarán reservadas para ser degustadas por su nuevo propietario, que además habrá contribuido para que las nuevas instalaciones de Bodegas Tendal sean una realidad.

El propósito es claro: levantarse y resurgir de las cenizas tras la tragedia de la pérdida de la bodega. Ese espíritu de lucha y heroísmo merece una segunda oportunidad.

Aldea Ron Tendal.

Aldea Ron Tendal.

Historia de amor. Cada historia es única. Por mucho que se parezca a otras que conozcamos o de las que tengamos conocimiento, o simplemente algún recuerdo, lo cierto es que cada historia se enmadeja en un nudo y crece desde su interior para enraizar con firmeza de manera excepcional.

La historia de la Bodega Castro y Magán, aunque todos en La Palma la conocen como Bodegas Tendal, es fruto de una historia de amor que nació de manera singular, alejada de los tópicos y la herencia familiar. Como en las buenas historias, esas que merecen ser recordadas, Nancy Castro Rodríguez y Constancio Ballesteros Magán se conocieron por casualidad, siendo estudiantes de enología en La Mancha, donde luego trabajarían en una bodega cooperativa de tantas y compartirían vida familiar.

De nuevo el destino o la casualidad se cruzó antes ellos en 1997, cuando unas vacaciones en la isla de La Palma en Semana Santa les iluminó el camino. Fue entonces cuando, en un acto a medio camino entre el heroísmo y la osadía, decidieron lanzarse de nuevo a la aventura para convertir en rentables unas viñas de la familia situadas en Tijarafe y Puntagorda. La hazaña no resultaba sencilla, al tratarse de una zona que no estaba muy desarrollada, aparentemente poco provechosa y difícil de cultivar debido a la orografía del terreno. La inexistencia de bodegas embotelladoras cercanas hacía la empresa aún más difícil. Pero eso no les iba a amedrentar.

Tanto Nancy como Constancio sentían que aquella tierra aletargada y salpicada de viñas dispersas los llamaba pidiendo auxilio, y no lo dudaron. De nuevo, un flechazo los sacudió por dentro y se entregaron en cuerpo y alma a despertar aquel territorio conformado por una diversidad de variedades de vides, todas ellas acunadas por un microclima único.

Así fue como a comienzos del verano de 1997 decidieron dejarlo todo atrás y comenzar la aventura más grande de sus vidas. Todo vino rodado, no sin gran esfuerzo y dedicación plena. La pequeña bodega tomó forma en unas cuevas excavadas en la montaña de Bellido, donde la familia hacía su vino propio cada año.

Decidieron sumarse entonces en la recién creada Denominación de Origen vinos de La Palma. Con escasos medios, tanto para la elaboración como para el embotellado, realizaron su primera vendimia en octubre de ese año y salieron al mercado. En el mes de marzo de 1998 comercializaron cuatro mil botellas de blanco, mezcla de Listán y Albillo, así como doce mil de tinto, Negramol y Prieto, con muy buena aceptación.

La irrupción de Bodegas Tendal supuso un renacimiento para la comarca, hasta convertirse en una de las zonas vitivinícolas más importantes en la isla de La Palma y de toda Canarias, y donde actualmente hay siete bodegas importantes amparadas bajo la Denominación de Origen La Palma, logrando recuperar y ampliar el viñedo en menos de diez años.

13 años después la historia de amor personal sigue vigente y ha renovado sus votos. Como también su compromiso con el mantenimiento del paisaje y como forma de vida, de la que sienten muy orgullosos. La Palma es el paraíso con el que siempre soñaron y donde viven y disfrutan con su familia.  Y todo ello a pesar de las adversidades. Ahora han decidido dar un nuevo paso adelante para reconstruir la bodega y empezar de nuevo. No se equivocaron entonces. Seguro que de nuevo merecerá la pena.

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