El Consejo Insular de Aguas de La Palma realizará la revisión de la situación actual y el estado de los accesos a las obras de captación de aguas subterráneas de la Isla, de forma que, aprovechando el desarrollo de las nuevas tecnologías de información geográfica, se permita reubicar este tipo de obras sobre el territorio.
Asimismo, se persigue validar la localización inventariada y verificar las condiciones de accesibilidad, así como el estado de estas explotaciones, que pueden suponer un serio peligro para las personas.
Se pretende realizar un censo actualizado a partir de cartografía digitalizada de las instalaciones subterráneas de la Isla, consistente básicamente en la localización, identificación, toma de información y situación georeferenciada de los puntos objeto de estudio, distinguiendo los pozos y galerías que se encuentran activos de los inactivos.
Del mismo modo se especificará en cada caso el nombre del titular, la ubicación exacta en planta de las bocaminas y brocales, así como el estado de los accesos, validando o modificando la localización previa inventariada.
La situación de los pozos y galerías de la Isla ha cambiado en estos años desde que se elaborara el Estudio Científico de los Recursos de Agua en el Archipiélago Canario denominado SPA 15. Dicho estudio representó el comienzo del conocimiento sistemático de la realidad hidrológica de La Palma y de Canarias, pero se hace necesaria una actualización.
La presidenta del Consejo Insular de Aguas, Guadalupe González Taño, señala que con este estudio se persigue verificar las condiciones de accesibilidad y el estado de actividad, inactividad o abandono de los aprovechamientos, así como su posible riesgo para las personas, clasificándolos provisionalmente en función de su peligrosidad.
Mediante esta intervención se revisará la localización sobre el terreno de todas aquellas obras incluidas en el inventario de captaciones subterráneas, actualizado en 2007, donde se recogen 165 galerías y 84 pozos, describiendo el acceso a cada obra, con especial mención a las vías de comunicación que llevan hasta el emplazamiento, como la accesibilidad al interior de la captación, y se valorará su posible riesgo para las personas, identificando las medidas a adoptar para minimizarlos.
