cerrar
cerrar
Registrarse
Publicidad
Economía
Publicidad

La vivienda vacacional representa más de la mitad de las plazas alojativas abiertas en La Palma

La vivienda vacacional en La Palma tiene un peso importante en la oferta turística alojativa de la Isla. Tal es así que los datos de las Encuestas de Alojamiento Turístico del ISTAC, en junio de 2025, arrojan que “las viviendas vacacionales anunciadas en plataformas ‘online’ representan en La Palma un 53,1 % de las plazas abiertas, las plazas en hoteles un 31,4 % y en apartamentos un 15,4 %”.

Unos datos que recoge el número 144 de la revista ‘Ambienta’, publicada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en el artículo ‘Turismo consciente en la Isla Bonita’, firmado por diversos especialistas de la Universidad de La Laguna (Raúl Hernández, Catedrático de Economía Aplicada; Carlos Fernández, Codirector de la Cátedra de Turismo Islas Canarias de Sostenibilidad e Inteligencia de Datos; José Manuel Viera, investigador predoctoral en el Departamento de Economía Aplicada y Métodos Cuantitativos, y Nisamar Baute, Doctora y profesora ayudante Área de Comercialización e Investigación de Mercados).

En esta publicación, que se presentó recientemente en la isla, se aborda el proceso de reconstrucción en La Palma desde diversas perspectivas. En el caso del artículo mencionado, se analiza la situación del turismo.

En lo que se refiere a la oferta alojativa, destacan los autores la convivencia de tres modalidades: “núcleos concentrados de corte tradicional, como Los Cancajos o Puerto Naos, que aportan visibilidad y capacidad de negociación con turoperadores; un elevado peso de la vivienda vacacional dispersa, que redistribuye el gasto territorialmente, pero genera problemas por la falta de regulación e impactos en las lógicas de usos y servicios (transporte, aparcamientos, gestión de aguas y residuos, etc.); y pequeños hoteles emblemáticos localizados en entornos singulares”.

Para este grupo de expertos, el predominio de la vivienda vacacional plantea una serie de interrogantes: “¿puede un destino insular depender en exceso de un alojamiento atomizado y de baja intermediación? ¿Cómo equilibrar los beneficios de la dispersión (gasto turístico local, experiencia personalizada, autenticidad, etc.)? con los costes asociados (dificultades para el control de calidad, presión sobre el paisaje, necesidad o falta de servicios dispersos en el territorio, etc.)”

Cuestiones ante las que consideran que “la respuesta más apropiada pasa por un modelo mixto, híbrido, no explorado en Canarias, donde los hoteles emblemáticos y sostenibles, algunos de ellos en singulares casonas tradicionales preexistentes, coexistan con la vivienda vacacional regulada y una cantidad moderada de establecimientos en núcleos convencionales, garantizando estándares de calidad y evitando la expulsión de residentes del mercado de vivienda. La situación demográfica refuerza la complejidad del escenario”.

Entienden que el turismo en La Palma “se encuentra en un punto de inflexión, con retos estructurales (conectividad aérea, dispersión de la oferta alojativa, debilidad del tejido empresarial, emigración juvenil, bajo atractivo inversor— que se han visto agravados por la erupción volcánica de 2021”. Además del hecho de que “la crisis ha puesto sobre la mesa la necesidad de consensuar un modelo turístico de largo plazo que priorice la sostenibilidad y el bienestar de la población local”.

“La oportunidad -prosiguen- radica en posicionarse como un destino diferenciado dentro del archipiélago canario y en el mercado internacional. Un turismo basado en la naturaleza, el astroturismo, el geoturismo, turismo rural, la agroexperiencia, el bienestar y la ciencia puede convertir a La Palma en referencia mundial de turismo sostenible. Para ello, será fundamental recuperar la conectividad con los principales mercados europeos, mejorar y diversificar la planta alojativa, fortalecer la gobernanza con participación activa de instituciones, empresas y ciudadanía, potenciar la formación y digitalización del sector, y construir una marca sólida vinculada a la sostenibilidad y la autenticidad”.

En este sentido, subrayan que “La Palma debe transformar la adversidad en oportunidad. La reconstrucción tras la erupción no puede limitarse a reponer lo perdido, sino que debe ser el punto de partida para rediseñar e impulsar un modelo turístico que genere prosperidad económica, cohesión social y respeto ambiental”.

Archivado en:

Más información

Publicidad
Comentarios (14)

Leer más

Leer más

Leer más

Leer más

1 2
Publicidad

Últimas noticias

Publicidad

Lo último en blogs

Publicidad