La crisis no impidió ayer que un buen un número de ganaderos y de cabezas de ganado, alrededor de unas 300, participaran en la Feria de Ganado de San Isidro Labrador, que cada año organiza el Ayuntamiento de Breña con el fin de apoyar y potenciar a un sector cada vez más debilitado no sólo por la crisis, que está afectando a todos los sectores, sino también por la dura competencia de productos como la carne, la leche y el queso que vienen subvencionados de fuera con el REA y con los que cada vez, se quejan los ganaderos, "nos resulta más difícil competir en precios aunque nuestros productos tengan mayor calidad".
A ello hay que unir la dificultad que tienen algunos ganaderos para la regularización de sus explotaciones, a la hora de cumplir la exigente normativa higiénico-sanitaria o la falta de suelo apto para estas explotaciones, lo que está poniendo en serios apuros a esta actividad que da empleo estable y de calidad a numerosas familias.
En medio de estas preocupaciones, se celebró la Feria de San Isidro, la primera del año y un punto de encuentro obligado para el sector, en la que se volvieron a ver magníficos ejemplares de vacas, bueyes, terneras, toros, burros, chivos y alguna que otra cabra, pero muy pocas, y en la que se notó la ausencia de los perros pastores garafianos, pero que fue visitada por numerosas personas que se acercaron hasta esta privilegiada zona de Breña Alta para ver de cerca el ganado y disfrutar del contacto con la naturaleza, del buen vino y de las tradiciones.
