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Economía
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El CES defiende que La Palma puede liderar la tranformación sostenible de la economía canaria

  • Lamenta la existencia de obstáculos para innovación y dirigismo del Gobierno
  • Redefinen el "aparente fracaso" de la economía insular entre 1985 y 2005
  • Sobre el plátano abogan por la calidad y no por atrincherarse ante las fronteras

Costa de Barlovento con el faro de Punta Cumplida al fondo.

El presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Canarias, Fernando Redondo, presentó el informe anual correspondiente a 2009 que realiza este organismo al presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero. En dicho informe, se recoge un estudio amplio sobre la situación de la isla de La Palma, en el que se sostiene, según se recoge en las conclusiones del trabajo, que "La Palma posee la simiente para reorientar su trayectoria de desarrollo hacia patrones de sostenibilidad, liderando la transformación sostenible de la economía canaria".

Desde el CES defienden que en las instituciones insulares "y, sobre todo, del tejido social organizado y de los emprendedores, una masa crítica de agentes impulsa cambios relevantes en la dirección de la sostenibilidad". "Sostenibilidad que en este contexto significa eficiencia, equidad, viabilidad ambiental y gobernanza eficaz", explican.

Si bien advierten que en ese camino se encuentran "importantes obstáculos", que se concretan en dificultades en "la acción de los agentes innovadores y a la difusión de las prácticas innovadoras, que pueden lastrar el potencial de cambio identificado". Tales obstáculos los ubican tanto "en el modelo de gobernanza" como "en la ausencia de cultura social de reconocimiento de las interdependencias y de acción colectiva eficaz en pos de objetivos comunes". Y es que según el CES, existe "descoordinación institucional, ausencia de estrategias integradas que pongan recursos y capacidades provenientes de diferentes niveles y departamentos institucionales al servicio de un proyecto común, y un modelo de gobernanza dirigista, poco dispuesto a potenciar una genuina participación e implicación de la sociedad y sus actores más relevantes".

Desde el CES proponen además que el "aparente fracaso de La Palma, que ocupó la última posición en crecimiento en el periodo de 1985 a 2005 debe ser revisado tomando en cuenta que la evolución demográfica y productiva de otras islas, especialmente las más orientales, transcurrió por sendas de imposible sostenibilidad".

En cuanto a las islas orientales, señalan que "buena parte del crecimiento de éstas últimas fue en realidad conversión de capital natural en rentas, más que crecimiento genuino". Mientras, la isla de La Palma "ha mantenido, y en algún sentido incrementado, su capital natural, exhibiendo un ritmo de progreso material más moderado, pero, esta vez sí, genuino".  Asimismo, explican que, "el pinchazo del modelo de crecimiento rápido con base en la conversión de capital natural en renta, ha aportado mayor visibilidad a las dinámicas y procesos innovadores observables en La Palma, en distintos ámbitos y protagonizados por muy diferentes actores".

Sector Pimario

En cuanto a la agricultura, el CES defiende que La Palma ha experimentado "una poderosa transición modernizadora, caracterizada por la intensificación productiva, el aumento de la productividad, la orientación exportadora, el fortalecimiento de las estructuras comercializadoras y la reducción de la población activa empleada y de la superficie total cultivada".

En lo que se refiere al subsector ganadero y de la industria agroalimentaria, destacan sobre todo la ganadería caprina y la producción quesera. Aseguran además que "la exclusiva preocupación por la cantidad, o por los atributos exclusivamente estéticos de la calidad, se ha trocado de forma creciente en los últimos años en compromiso con la calidad, dietética y organoléptica"..

En cuanto al cultivo del plátano, aseguran que su futuro "está más en dar los pasos adecuados para asociar efectivamente el producto a la preocupación por la salud y bienestar de los consumidores (calidad dietética y organoléptica), la conservación del medio ambiente y de la biodiversidad (no contaminación de suelos y acuíferos, reducción de las emisiones de GEI asociadas, preservación de paisajes valiosos) y de los valores sociales y culturales que encarnan el espíritu de la Europa del bienestar, representados por miles de pequeños productores viviendo dignamente, frente a la sobreexplotación humana encarnada en el modo de producción de las grandes bananeras, que en el atrincheramiento en demandas de proteccionismo comercial apoyadas en la condición ultraperiférica". "En nuestra opinión, tendrán más futuro los planteamientos que toquen la fibra sensible y puedan ser mejor entendidos por el europeo medio".

En cuanto a la explotación de los recursos marinos, consideran que es "un ámbito en el que la economía palmera puede encontrar un moderado espacio para la expansión, y para la creación de sinergias, condicionado a la realización de una gestión integrada, que en estos momentos no está siendo llevada a cabo". De este modo, consideran que "la estrategia mixta de promoción de la acuicultura, para dar entrada a inversiones de cierto calado con capital insular, y de estímulo a la pesca artesanal, mediante la creación de una reserva marina de interés pesquero, aunque racional a priori, está exhibiendo notables problemas en su concreción". De ahí que propongan que "las innovaciones más necesarias deben provenir de la diversificación de las alternativas para los artesanales, con potenciación del acceso a las especies pelágicas (túnidos, fundamentalmente), y una adecuada regulación de la industria acuícola que incluya la localización y la escala de las jaulas, la distancia a la reserva y, sobre todo, los procedimientos de cuantificación y ejecución de las pérdidas infringidas a los pescadores artesanos, cuando acontezcan escapes de especies de alta capacidad predadora".

Turismo

El CES reconoce en su informe anual además que "La Palma se ha posicionado en los últimos años como un reconocido destino de naturaleza, con el senderismo y el alojamiento en inmuebles rurales tradicionales como principales productos", insistiendo en que "los atractivos ligados al medio rural siguen siendo los principales definidores del destino, no conviniendo confundir la modalidad de alojamiento, convencional, con las características del producto dominante en la isla, rural".

"El reduccionismo del turismo a su dimensión construida, y de la actividad turística a la estrictamente alojativa, constituye el principal freno cultural a la innovación turística en La Palma. En efecto, el patrimonio natural y cultural, los paisajes y las diferentes  expresiones de la cultura viva de La Palma, constituyen el principal potencial para el desarrollo de un turismo económicamente rentable, socialmente redistributivo y ambientalmente sostenible".

 

 

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