Greenpeace rechaza por “insostenible” el modelo turístico insular

El estudio de Greenpeace Destrucción a toda Costa 2009, publicado recientemente por esta organización ecologista, contrasta la declaración de La Palma como Reserva Mundial de la Biosfera con el hecho de que "se ha impuesto un insostenible modelo de desarrollo, donde la construcción y ampliación de las infraestructuras de transporte (aumento de la capacidad del aeropuerto y nueva autovía que atraviesa la isla) y de puertos como el de Tazacorte son actuaciones muy alejadas de la sostenibilidad que se promueve.

Si bien, consideran que "el elemento más preocupante es la apuesta por un impactante desarrollo que incluye cinco proyectos de campos de golf con complejos hoteleros asociados, diez proyectos turísticos en zonas rústicas y seis puertos deportivos", es decir, el modelo de desarrollo planificado en el Plan Territorial Especial de Ordenación de la Actividad Turística de La Palma (PTE).

Lamenta la organización ecologista que esta circunstancia se produzca en una Isla que "debería hacer un plan de desarrollo turístico sostenible, ya que es un destino diferenciado dentro del Archipiélago. Señalan como ejemplo  la previsión en Tazacorte de un parque acuático o museo del mar, mientras que en la zona de los Balcones de Mazo, en la costa, "sigue en pie el proyecto de un puerto deportivo con 715 amarres en pleno espacio protegido de la Red Natura 2000 de la Franja Marina de Fuencaliente".

Greenpeace también critica las obras del puerto. "La ampliación incrementará la carga de contaminación asociada al tráfico marítimo y a las operaciones portuarias". Y es que, según denuncian, "las instalaciones portuarias generan el vertido de sustancias como hidrocarburos aromáticos policílicos, metales pesados, aceites y pinturas, todas ellas peligrosas para el medio ambiente y muchas para la salud humana".

Por otra parte, se refirieron en concreto al proyecto de campo de golf de Los Llanos de Aridane, en el Lugar de Importancia Comunitaria de la Red Natura 2000 y Paisaje Protegido de Tamanca, que "ha sido paralizado por dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, si bien el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane ha incluido de nuevo en su Plan General de Ordenación el proyecto de golf, que implica la urbanización de un millón y medio de metros cuadrados".

Por otra parte, indican que "el acuifero costero de Aridane y los municipios de Los Llanos de Aridane y de Tazacorte han sido catalogados como zonas vulnerables por sufrir contaminación derivada de las prácticas agrícolas". "Esta contaminación incluye, además de nitratos, algunas sustancias organocloradas, utilizadas como plaguicidas".

Además señalan la propuesta de Puntagorda de contar con uno de los campos de golf de 18 hoyos del PTE y un hotel de 250 camas. Aseguran que afectaría al paisaje del municipio, y más concretamente en la zona de las Lomaditas, que linda con el Monumento Natural de la Costa de Hiscaguán". Y, además, perjudicaría al turismo rural actual, que ha florecido en el municipio por mantenerse alejado de otros modelos ya explotados en el resto de las islas.

Unelco

Greenpeace asegura que las instalaciones de la Central Diésel Los Guinchos (Breña Alta), de la empresa Unelco, que en 2008 recibió autorización para continuar y ampliar su producción, "realiza vertidos de salmuera y de aguas oleaginosas a través de un emisario submarino de 157 metros de longitud y a tan solo 8,5 metros de profundidad". La agrupación señala que "entre los contaminantes que vierte al mar, a pocos metros de la costa, se encuentran casi 200 kilos de zinc al año". Basándose en los criterios que establece la Directiva Marco de Aguas, "este vertido es considerado por el Gobierno de Canarias una presión significativa muy importante para sus aguas".

Por último advierten de que "otra fuente de contaminación difusa importante es el puerto de Santa Cruz de La Palma, a 1,5 km de la planta de Unelco". Según los criterios de la DMA, "esta instalación supone una presión significativa para las aguas de La Palma". "La intensidad del tráfico marítimo y las operaciones portuarias implican el vertido de sustancias muy contaminantes, entre ellas hidrocarburos, metales pesados y aceites", concluyen.