El Aeropuerto se queda sin médico y sin cajeros

El Aeropuerto de Mazo se ha quedado sin cajeros y ahora tampoco tendrá médico ya que AENA ha decidido eliminar este servicio de los aeropuertos que tengan menos de 8 millones de pasajeros, así lo informó este viernes en el pleno la presidenta del Cabildo, Guadalupe González Taño, que arrancó el apoyo unánime de los tres grupos políticos presentes en la corporación, PSOE, PP y CC, para exigir que se mantenga dicho servicio médico porque su supresión supone un grave perjuicio. En cuanto los cajeros automáticos, se insta a AENA a que se instalen cuanto antes porque son muchas las quejas de los ciudadanos por la ausencia de los mismos.

González Taño informó en la sesión plenaria que fue ayer mismo cuando conoció la noticia de la eliminación del servicio médico del aeropuerto y consideró que AENA debería tener en cuenta que un aeródromo no es lo mismo en una isla que en territorio continental y que por tanto deberían tener consideraciones especiales, en lugar de aplicarse medidas generales como esta.

Con respecto a los cajeros, la presidenta indicó que en el Cabildo se han recibido numerosas quejas porque mucha gente cuando va a viajar espera a sacar el dinero en el aeropuerto y de los usuarios del parking.

El portavoz del PP, Carlos Cabrera, le pidió a la presidenta que, en lugar de instar a AENA, hiciera gestiones ante las entidades bancarias para que se instalen cuanto antes los cajeros automáticos pues recordó que se sacó un concurso en julio que quedó vacante cuando pedían sólo 480 euros por un año.

Guadalupe González le contestó que "si ha hecho un concurso y quedó desierto es porque los bancos no aceptan las condiciones posiblemente porque saben que después de que una convocatoria queda desierta viene un procedimiento negociado y que si se insta a AENA es porque es la responsable de que haya un servicio". No obstante, la presidenta se comprometió a hacer la gestiones oportunas con los bancos para que a la mayor brevedad el Aeropuerto palmero tenga cajeros para impedir que se vaya minando la calidad del servicio que se presta.