Nace un grupo de trabajo del plátano ecológico

En fechas recientes quedó formado de común acuerdo por una amplia representación de productores ecológicos del sector platanero palmero, el Grupo Motor de Productores de Plátano Ecológico de La Palma, entendiendo que la situación que vive esta fruta es mejorable y que en un futuro cercano "hemos de exportar de esta Isla productos de calidad si pretendemos permanecer en el mercado".

Este grupo de trabajo surge como foro donde formar e informar a aquellos productores de plátano que cultivan siguiendo las normas europeas de agricultura ecológica, a la vez que intercambian experiencias y técnicas de cultivo. Se erige como un interlocutor válido a la hora de proponer a las autoridades y demás actores del sector medidas de información, ayuda y consejo, a la hora de abordar los temas relacionados con la producción biológica.

De manera horizontal y asamblearia, e independientemente de la empaquetadora y OPP a la que se pertenezca, trabajan en pos de facilitar lograr los parámetros exigidos, primando la calidad del producto, la calidad del operario en campo y la calidad medioambiental.

"La fase de experimentación y comprobación de esta forma de cultivo en La Palma ya concluyó" y constatan que es posible, que es viable, y el mercado pide mucho más de lo que hoy somos capaces de ofrecer.

Los integrantes de este grupo están convencidos de que es una clara línea de futuro para este sector y por ello tienden la mano a toda aquella persona e institución que tenga interés en este interesante, en muchos ámbitos, mercado creciente.

En la creación de este "Motor" de plátano ecológico ha primado igualmente la preocupación por una alimentación cada vez más sana y las recientes investigaciones de la relación de la utilización de fitosanitarios en el aumento del cáncer y otras enfermedades graves.

Otro hecho que se ha tenido en cuenta es que la demanda de un mercado en crecimiento en Península y Europa es muy superior a la producción actual de fruta ecológica.

Ayudar y agilizar la transformación del cultivo convencional a uno libre de tóxicos y más sostenible es uno de sus objetivos, como también lo es conseguir el sello Eco, que es el mayor reconocimiento de calidad de un alimento.