El verano será “negro” para el turismo en La Palma

Que agradable sorpresa me he llevado, no al ver que seguimos hablando del "problema turístico", sino al leer a PROTAGORAS o CATANO y comprobar que también hay gente en La Palma con claridad de raciocinio.

En el foro anteriror, el de las declaraciones del Consejero, me "jarté "a exponer un punto de vista lo más ajustado a la fria razón de las cosas y después de un par de días pude ver con decepción que ni un solo comentario marchaba por esa línea, ni siquiera conseguía que me llevaran la contraria, pero razonando las respuestas.

En este nuevo foro puedo ver que también hay gente capaz de utilizar el cerebro y el sentido común y dejarse de proclamas sin sentido o "de coña", cuando estamos jugándonos los palmeros una parte importantísima de nuestro PIB interno.

Lo primero de todo, hay que partir de un análisis riguroso de la situación acutal. Los TT.OO. lo tienen claro y seguro que lo interpretan con frialdad como debe ser a la luz de la actual situación a la baja de la conyuntura económica europea, donde las empresas bien organizadas y los TT.OO lo son, sino no, no podrían sobrevivir en un mercado tan competitivo, se guardan en salud a la hora de planificar el futuro próximo, tratando de partir de unas extructuras reducidas por si viene mal dadas y viéndolas venir si la coyuntura mejora, aumentando los vuelos según a que destinos.

La Palma, lo sabemos, desde un principio, erró en definir un "modelo turístico" con una diferencial competitiva clara y fue construyendo un "producto a trompicones y a veces a contrapelo, que vive, aparte del turismo edémico palmero de los senderistas y amantes de la naturaleza, de los restos de la demanda, siendo lo que en lenguaje del sector se llama un "mercado periférico".

Hay mercados periféricos que siendo minoritarios, se mantienen estables, debido a que su oferta es original y claramente diferenciada de la competencia directa. Este es el caso de Madeira, que a través de los años ha sabido ofrecer sin grandes pretenciones un producto propio de gentes amantes de la naturaleza y la tranquilidad.

La isla de la Palma tiene sin duda parecidos encantos naturales para haber creado un producto con sello propio y un perfil similar a Madeira, pues tenemos una naturaleza y una historia paralela, pero el turísmo madeirense tiene un sello bien definido en su día por los británicos que fueron los verdaderos padres de la idea de contar a corta distancia con un oasis de tranquilidad, buen clima, belleza natural y excelente urbanismo turístico, haciendo que los alrededores de cada complejo lejos de cemento lo constituyan arboledas y paseos con encanto.
Tambien es cierto que han contado para ello con 80 años, pues fue paralelo al nacimiento de el Puerto de la Cruz y Las Palmas, cuando la alta clase británica se podía permitir esos lujos.

La soga se rompe siempre por la parte más débil y es natural que siendo el destino turístico palmero peqñueño, es lo promero a suprimir del programa pues además de pequeno es inseguro con altibamos en el volumen de ocupación lo que en un mercado donde los márgenes son mínimos, la rotación es importantísima, pues como se parte de una industria en que los costes de partida son altos, un pequeño bajón en la temporada hace que se pase del negro al rojo muy facilmente, si no que se lo pregunten a los "hoteleros" palmeros.

Otro problema que tiene el turismo palmero es a mi juicio la excesiva dependencia de las instituciones, digamos el Cabildo.
En tiempos de bonanza los mismos políticos propician la idea de colocarse a la cabeza del Sector, para "arrayarse un millo" y así cuando vienen mal dadas, a aguantar el chaparron y esperar a que escampe con alguna promesa que puedan "vender" que se acerca en el horizonte.

Esto es fatal, pues es el Sector quien debe estar a los mandos del negocio, con la ayuda, asistencia, y garantizando que se cumplen las leyes de las Instituciones, pero es natural que un Consejero no puede erigirse en el "general manager" del cotarro, y el exceso de protagonismo hace que el público en general esté confundido y crea que esto debe ser así. No en vano, los sitios pequeños tienden a mantener el "casiquismo" por costumbre e historia y no tiene ni la más zorra idea del papal de la "sociedad civil" sin tinglados de politiquería barata por medio.

Bueno, a mi manera de ver, hay salidas para la economía palmera, haciendo siempre hincapé en los puntos fuertes como la agricultura de consumo, siempre y cuando las auatoridades autonómicas se den cuanta que no pueden ingnorar el sector primario con leyes como el REA que solo favorecen a una minoría privilegiada de importadores mientras olvidamos la producción propia cuando tenemos en el paro al 36 % de la población y mientras el 22 % de la población está próximo a la pobreza extrema, nos dedicamos a gastarnos fuera los recursos que obtenemos en Canarias por exportaciones (turismo y plátano etc) en comprar el 90% de lo que comemos (ASAGA dixit) como si fueramos árabes del golfo pérsico.

Estamos en la UE pero nos falta mucha racionalidad y cultura para tomar las decisiones que mejor convengan a la sociedad en detrimento de las "élites económicas y políticas" que miran solo por sus intereses como corresponde a un pais en "vías de desarrollo". No somos precisamente, Finlandia o Dinamarca a la hora de utilizar primero la cabeza y después lo demás.

Y no pretendamos competir en turismo con los que nos vayan a ganar pòr goleada, pues para jugar al folf o ir a un hotel cosmopolita no hay nadie que venga a Breña Baja o Las Indias, cada cosa en su sitio.