Los agricultores se echan a la calle porque "si no hay plátanos, aquí cierra todo"

Ruido, mucho ruido, es lo que hicieron los agricultores -más de 2.000 según la plataforma por un precio justo-,  que se echaron este viernes a la calle en Santa Cruz de La Palma para exigir un precio justo al plátano, como rezaba la pancarta de cabecera de la protesta.

Con bocinas, pitos y pancartas, los manifestantes, muchos mayores y hasta en silla de ruedas pero también gente joven con niños, salieron desde la rotonda sur de la ciudad para recorrer la avenida de Los Indianos, la Calle Real hasta llegar a El Puente, bajar hasta la Avenida Marítima y luego encaminarse hacia el Cabildo y la Dirección Insular del Estado, donde leyeron un manifiesto que luego entregaron a los representantes políticos, para que le dieran traslado a los responsables del Gobierno canario y a los responsables de la organizaciones de productores, con la esperanza de que sus demandas sean escuchadas.

Durante la movilización además del sonido de las bocinas y lo pitos, se repitieron sobre todo dos mensajes: “nos nos miren, únete” y “si no hay plátanos, cierran los comercios y cierra todo”, ya que la sensación que hay entre los productores es que la situación actual del plátano es insostenible y que hay muchos intereses para que no cambie, lo que puede hacer desaparecer el cultivo que es el sustento de tantas familias en la Isla Bonita y en Canrias.

“Lo que perseguimos es que el agricultor tenga una remuneración suficiente para mantener la platanera, lo recoge el artículo 404 del reglamento y ahora mismo el agricultor está perdiendo mucho dinero, con lo que no puede mantener la calidad en la platanera y sacar un plátano que pueda llegar al mercado con la calidad que nos exige Europa”, dijo Luis Galo, portavoz de la plataforma, que reconoció que esta situación no es nueva y se quiere seguir produciendo. “No pueden estar los que comercializan el plátano sentados, sin buscar nuevos mercados, sin ampliar las posibilidades y subastando nuestra fruta. Hay que ir y ofertarlo y si no lo quieren, picamos y lo dejamos aquí, y ellos lo pagarán. Vale más vender a 90 céntimos y tener menos kilos procesados que como estamos ahora, picando por 30 céntimos y votándolos”.

Galo manifestó que hay mucho intereses para que esto siga así, “cuando nosotros recibimos 30 céntimos por un kilo de plátanos y el consumidor paga 2,70, hay muchos intereses”. Lo que piden los agricultores son 90 céntimos de venta en verde que “con los gastos de transporte, procesado, cajas, insumo, etc, le van a quedar al agricultor unos 50 céntimos, que es lo mínimo para producir un kilo de plátanos”.

Wladimiro Rodríguez Brito, político pero también una persona que tiene dos fanegadas de plátanos y que conoce bien el sector, señaló que el plátano tiene el mismo camino que el tomate, de seguir las cosas como están. “De Europa no va a venir dinero para llevar plátanos al vertedero de Mazo. Es lógico que no venga. España consume 500 millones de plátanos al año, es decir 10 millones de kilos semanales, y la semana pasada hemos sido capaces de comercializar en Canarias seis millones de kilos y hemos llevado al vertedero 1,5 millones; esto no se puede mantener y las ayudas europeas nos las quitarán, porque son 300 litros de agua cada kilo de plátanos, si no somos capaces de comercializarlos”. Y dio un dato, en Cádiz están los plátanos más baratos que en Tenerife en la misma cadena comercial, en Mercadona en concreto, donde ayer estaba el kilo a 1,40 y a 1,60 en Tenerife”. Así, comentó, no se puede trabajar.