“No es rentable criar ganado y las instituciones lo que hacen es escacharte la cabeza”

Jonathan Lorenzo Vargas es ganadero, tiene 33 años y es de Breña Alta. Fue uno de los pocos ganaderos jóvenes que participó este año en la feria de San Antonio del Monte, en Garafía, con un toro, Palomo, que, con más de mil kilos de peso, fue la sensación del encuentro y el animal más fotografiado.

Una alegría en medio de la agonía y de la dureza que supone trabajar en el campo. Y es que este joven nos contó que desde hace unos quince años se dedica a esta actividad pero que las cosas están cada día peor. "Cuando empece había más movimiento de ganado, se compraba y se vendía más pero ahora todo son normas y te aprietan por todos lados, que no hay quien aguante esto".

De tener 40 vacas cuando empezó ha pasado a tener solo seis toros porque "no es rentable criar ganado y las instituciones no ayudan, lo que hacen es escacharte la cabeza", se quejó este ganadero, de los pocos que hay en la Isla, que lo único le pide a las administraciones es que "le dejen trabajar a uno tranquilo porque con tanta inspección y con tanto control es imposible salir adelante".

"Ahora te exigen de todo, ya no se puede vivir de la ganadería", se lamentó Jonathan que dice que antes sí se vivía pero que desde hace ocho años para acá no porque te aprietan mucho" y por eso ahora se dedica también a vender monte y pinillo, al mismo precio que hace veinte años, para poder tener unos ingresos complementarios que le permitan sacar adelante a la familia.

"Es una vida dura, pero es un vicio" y por eso confesó que a su hijo de ocho años no lo lleva a la cuadra para que "no coja el vicio porque lo que hace es arruinarse". El futuro de la ganadería en La Palma no le ve "negro" porque las exigencias son muchas y los beneficios pocos.