Transvulcania 2017 ha registrado en la mañana de hoy el 100% de ocupación de otra de sus modalidades, la Maratón de 45 kilómetros. Esta distancia adjudicó el pasado mes de diciembre sus primeros 600 dorsales y en menos de un mes ha ocupado las 200 plazas adicionales que la Organización habilitó por primera vez en la historia de la carrera.
La página web de la prueba cuenta desde hoy con la lista de espera de la Ultramaratón y Maratón, las dos modalidades que han alcanzado el lleno de corredores. Del mismo modo, mañana miércoles se hará pública la relación de inscritos oficiales para que se notifique cualquier reclamación a través de los canales habituales de comunicación de la Secretaría Técnica (en el teléfono 922417323 o en el correo electrónico secretariatecnica17@transvulcania.com).
En el caso de la lista de espera, no se requiere ningún pago previo pero sí acreditar la competición calificativa exigida. En el caso de la Ultramaratón, se solicitará una carrera de montaña finalizada de al menos 40 kilómetros, mientras que en el caso de la Maratón será una de 20 kilómetros como mínimo, en los 18 meses anteriores a la celebración de Transvulcania 2017, tal y como estipula el reglamento.
La consejera de Deportes y Juventud del Cabildo de La Palma, Ascensión Rodríguez, agradeció “la confianza depositada por tantos corredores de todo el mundo que eligen La Palma y Transvulcania como una cita obligada en sus calendarios deportivos”. “Nuestro propósito es seguir mejorando y creciendo de la mano de todos los deportistas que apuestan en cada edición por nuestro trabajo”, añadió.
Rodríguez aprovechó la ocasión para recordar que aún quedan dorsales disponibles para la Media Maratón, de 24,28 kilómetros de distancia, y para el Kilómetro Vertical, el cual recorrerá 7,6 kilómetros. No obstante, adelantó que “el ritmo de ventas también está siendo elevado, por lo que sería recomendable confirmar el dorsal lo antes posible”.
Ya ni siquiera puedes estar tranquilo perdiéndote en un paraje olvidado. Vas al quinto pino a disfrutar de un rato de soledad y te aparece un turista de detrás de una vinagrera y te hace una foto. La isla está llena de gente rara y con vestimentas raras. Ahora para correr la gente se viste de astronautas o cosas peores, como si pudiesen correr sin tener que estar “equipados” y uniformados.
Lo malo de todo esto es que no solamente son los turistas quienes visten así, sino que los palmeros de toda la vida, esos que hacen lo que ven hacer a otros, ahora se están vistiendo igual que los turistas y ya no reconoces ni a unos ni a los otros.
Ahora es común ver gente por los senderos caminando con esos bastones ridículos que usan para andar, como si no se pudiese usar los pies como toda la vida, sin los bastones esos.
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