¿Y qué hacemos con los gallos de la capital?

Los gallos y las gallinas del barranco de las Nieves están marcando de alguna manera la vida en esta importante zona de la capital palmera (Avenida de Las Nieves y Velachero) con sus cantos a deshora, ya sea de día o de noche, que traen de cabeza a muchos vecinos y también al ayuntamiento.

Aunque ya se han retirado aves, más de doscientas, con la ayuda de Anipal, sigue habiendo un gran número de animales que se pasean a sus anchas no solo por el barranco sino por el entorno del mismo, donde hay numerosas viviendas, y también por la vía, con el peligro que ello supone para el tráfico.

Su control, según ha dicho el alcalde, Sergio Matos, no está siendo fácil porque “hay vecinos que les están echando de comer”, lo que genera también un problema de salud pública con la aparición de las temidas ratas, y los gallos y gallinas no paran de reproducirse. Aunque también parece que algunos de estos ejemplares han sido puestos intencionadamente en la zona. De hecho, Matos ha relatado que que hace unos meses, vecinos informaron al ayuntamiento de que un camión volquete había dejado gallinas en el barranco a plena luz del día sin que puedieran ver la matrícula.

La solución no es sencilla, porque las aves tampoco se lo ponen fácil a quienes tratan de capturarlas, (suele ser de noche y cuando ven la luz se esconden a pesar de que les ponen comederos), pero lo que sí es cierto es que la presencia pintoresca de estos animales en pleno centro de la ciudad no pasa desapercibida para nadie, ni para los residentes ni para los que visitan la ciudad.

“Espero que pronto se pueda hacer una nueva batida”, manifestó el acalde, que dijo que Anipal va a colaborar con las personas que están en los huertos urbanos, porque muchos de estos animales se meten allí, para intentar cogerlos. También se han puesto trampas, con la idea de reducir la colonia existente. Las aves capturadas son entregadas luego a diferentes personas. La presencia de basura, desechos de comida y demás, a lo largo del barranco tampoco ayuda a paliar esta situación; una tarea, la de la limpieza, que según el ayuntamiento, corresponde al Consejo Insular de Aguas. La imagen, sin embargo, no es precisamente buena.