El investigador palmero fue el encargado de leer el pregón de la fiesta, que consideró “muy especial” porque “está elaborada por las manos artesanas de un pueblo”
José Guillermo Rodríguez Escudero dando el pregón del Corpus. José Ayut.
El investigador de la historia insular, José Guillermo Rodríguez Escudero, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida oficial a las Fiestas del Corpus Christi de Mazo 2017 con la lectura del pregón, un acto celebrado en un abarrotado salón de actos de la Casa Roja, en el que también se presentó el cartel anunciador, diseñado en esta ocasión por el artista Luis Morera y que, según explicó, es un homenaje a la mujer mazuca.
Escudero en su intervención ensalzó esta fiesta de Interés Turístico Nacional desde el año 1985 que consideró “muy especial” porque “está elaborada por las manos artesanas de un pueblo”. “Es una auténtica manifestación popular de arte y fe” que los vecinos viven con intensidad. Y para demostrarlo contó “como las semanas previas a la anhelada festividad se suceden rápidamente. Ha sido mucho el trabajo desinteresado e impagable el esfuerzo. Se trata de una larga víspera. Para la exquisita confección artesanal de estas impresionantes formas verticales se han invertido muchas horas; ratos alegres y divertidos, pero también penosos y sacrificados. Se endulzan los momentos de trabajo y tertulia con bizcochones y mistelas caseras. Muchos vecinos traen de sus casas postres, chocolate, pastelones, pan de manteca, café, galletas… Así es más llevadera la labor y la espalda duele un poco menos”. De ahí que aunque con la lectura del pregón se dan por iniciados formalmente los festejos, lo cierto es que los vecinos, que son los verdaderos protagonistas de esta celebración, ya llevan meses trabajando en los talleres para confeccionar todos los elementos del Corpus y que tienen en los arcos sus elementos más sorprendentes.
También destacó el pregonero la unidad de los vecinos para sacar adelante la fiesta más importante del municipio. “Es un pueblo vivo y unido para la ocasión. No existen durante el año momentos como estos. Se trata de un pretexto válido y voluntario en el que se aprende y se comparte, se relacionan los vecinos y hasta se “arregla el mundo”. El hecho de que no existen productos químicos o artificiales porque “todo proviene de la naturaleza. Actualmente los materiales que se utilizan son: camelias secas, espigas de centeno, trigo, cebada, millo, etc.; colmo (tallo de la espiga), flor seca de vinagrera, suaja, faroles, variedades de musgo (de mar y castañero), flor de vara de ángel, zapatillas, siemprevivas, salados, cardos, buganvilla, campanera, flor de mundo, malpicas, etc”.
Incluso el pegamento utilizado, recordó, es una mezcla de harina, agua, sal y vinagre: la popular “poleada”. Se trata, dijo, de un monumento artesano en honor a la fe, pero también lo es a la naturaleza, a la belleza… Una “exquisita” obra de arte efímero con el que Mazo engalana sus cuestas y su plaza.
José Guillermo no se olvidó en su intevención del recuerdo de los vecinos que “estaban y ya no están”. Por esto, añadió, también estas fiestas están impregnadas de nostalgia. Pero también de “olor a flor fresca, a reluciente limpieza, a espirales de incienso, se palpan ocultos nervios, devoto fervor, orgullosa tradición, emociones a raudales, agotador trabajo, ojos cansados, gran satisfacción… Todo está a punto para celebrar dignamente una fiesta especial, elaborada con las manos artesanas de un pueblo, que ya piensa en las fiestas del año próximo sin haber concluido las de esta edición. Se trata de una obligación anual que se lleva bien, aunque con alguna que otra queja… Es un bombeo al corazón de la alegría, de la tradición, de la cultura popular…No hay descanso en nuestra Villa de Mazo”.
Unas celebraciones en la que los quince barrios están involucrados: Lodero, Callejones, San Simón, Tiguerorte, Montes de Luna, Malpaíses, Tigalate, Monte Breña, La Rosa, Monte, Monte Pueblo, La Sabina, el Pueblo y Poleal. “Cada uno de ellos se esmera y se encarga de enramar su arco y descanso donde hará una parada la procesión y “descansará” la custodia de San Miguel. Un breve instante para rogar por sus vecinos, por su presente, por su futuro, por las almas de los que ya se fueron…”.
“Son quince orgullosos trozos de un gran municipio que los une en sus Fiestas. Celebraciones especiales y añejas que cumplen los 412 años de un importante pretexto al ritmo de la naturaleza y el color de las flores, el aroma de un campo verde y fértil que glorifica a Dios, agradecido por tantas bondades recibidas”.
Ésta es, en definitiva, dijo, “una auténtica manifestación artística de la cultura popular en la que lo divino y lo humano, lo sagrado y lo profano, se funden en síntesis armoniosa en Villa de Mazo”.
El acalde, José María Pestana, manifestó que las Fiestas del Corpus Christi pemiten cada año “seguir forjando nuestra identidad como mazucos” y por su parte Luis Morera dijo sentirse muy vinculado a este municipio donde “se mantiene el arte”.
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MIRMILLON
Rodríguez Escudero: “El Corpus de Mazo es una auténtica manifestación artística de la cultura popular”
Totalmente de acuerdo.
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