Esperan poder abrir el próximo año el hotel de lujo del Faro de Punta Cumplida

Si no surgen imprevistos, esperan poder abrir el próximo año el pequeño hotel de lujo del Faro de Punta Cumplida, en Barlovento, el primero de Canarias que abrirá sus puertas y el segundo de España. Esa es al menos la idea que tiene la empresa alemana “Floatel GMBH” a quien la Autoridad Portuaria otorgó en marzo de este año la concesión, por un plazo de 35 años, de las instalaciones anexas al faro, para convertirlas en un alojamiento turístico tras el visto bueno previo del Estado.

Desde entonces, según ha podido saber El Apurón de fuentes municipales consultadas, se han hecho múltiples gestiones, entre ellas los inversores han realizado un nuevo proyecto para aumentar la potencia eléctrica porque la que había se quedaba corta para las instalaciones, además han firmado la concesión y se han puesto en contacto con el Ayuntamiento para solicitar la licencia de obras y empezar cuanto antes los trabajos de rehabilitación, que pemitan convertir el inmueble en un acogedor alojamiento turístico que brinde a los huéspedes una estancia única en un rincón privilegiado del norte de la Isla Bonita.

Otra de las cosas que ha hecho la empresa es contactar con Patrimonio Histórico del Cabildo para contar con su visto bueno en relación con la actuación que se va a realizar en la fachada.

Como se recordará, el proyecto tramitado plantea el desarrollo de un alojamiento turístico en las instalaciones anexas al faro, las conocidas como viviendas de los fareros, mediante la rehabilitación del edificio, sin que se aumente el volumen y manteniendo la edificación su aspecto exterior. Está prevista la creación de tres estancias con un máximo de ocupación de ocho personas. Asimismo se harán practicables las terrazas del edificio, incluyendo la construcción de una piscina.

Este proyecto no condiciona ni limita la prestación del servicio de señalización marítima desde el faro de Punta Cumplida. Dentro de la iniciativa “Faros de España”, lo que se pretende es impulsar el desarrollo de este tipo de actividades en los faros sin tener que reconvertirlos, de manera que, dentro del marco legal vigente, se desarrollen iniciativas de tipo turístico que permitan mantener los edificios que, construidos originariamente como viviendas de los fareros, ya han quedado sin uso.