El municipio de Tijarafe celebra esta noche la Danza del Diablo, el acto más importante y multitudinario de las fiestas en honor a Nuestra Señora de la Candelaria que ya están llegando a su fin (finalizan mañana martes) y en el que se espera que participen miles de personas de toda la Isla como en ediciones anteriores.
La Danza del Diablo se celebra cada año en la noche del 7 al 8 de septiembre, durante la verbena que tiene lugar en la plaza de Candelaria y que esta noche estará amenizada por las orquestas Salsaludando, Maquinaria Band y Los Geniales. Durante la verbena y ya de madrugada, concretamente a las 02:30 horas según figura en el programa de las fiestas patronales, sale a la plaza un machango con forma de diablo de color negro cargado con fuegos artificiales, que aparece en el recinto bailando y acompañado por gigantes y cabezudos. Según cuenta la tradición, poco a poco se van quemando las partes del cuerpo del diablo y la gran apoteosis llega cuando estalla la cabeza repleta de fuegos de artificio.
El diablo, cuya estructura pesa entre 70 y 80 kilos, suele estar danzando en la plaza unos 20 minutos echando fuego a diestro y siniestro, y quien va en su interior desde hace nueve años es Ricardo García Castro, que dice sentirse orgulloso de bailar este número de fuego y pólvora. "Llevo ya muchos años bailando el Diablo pero cada vez que salgo es como si fuera la primera vez. Antes de salir es cuando más nervioso estoy, pero cuando estoy en la plaza, llena de gente, se me olvida todo".
El hecho de que el diablo baile cada siete de septiembre, se debe a una leyenda que cuenta que Dios dio rienda suelta al demonio la noche anterior a la aparición de la Virgen para que recorriera el mundo. Llegado el día ocho, y al producirse la aparición mariana, el diablo debía volver al infierno reflejando así el triunfo del Bien sobre el Mal.
La Danza del Diablo ha sido declarada Bien de Interés Cultura, BIC, y se ha convertido por su espectacularidad en una de las citas obligadas del calendario festivo insular.
