Cuando faltaba algo más de un cuarto de hora para que dieran las cuatro de la madrugada hizo su aparición en la plaza de la iglesia de Tijarafe el ansiado Diablo, a quien esperaba una multitud de personas que no habían parado de bailar a lo largo de toda la noche. Tarareando el grito de guerra "tiriri tiriri tin tin el Diablo va a salir", el enorme muñeco de color negro empezó a escupir fuego.
El cinturón de seguridad que lo rodeaba no era suficiente para frenar a los espontáneos que se acercaban al Diablo para sentir su fuego e increparlo para que siguiera realizando la danza. El Diablo marchaba de un lado a otro de la plaza disparando fuegos de artificio en una y otra dirección mostrando su fuerza.
Previa a su salida hicieron su aparición en la plaza de la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria los tradicionales mascarones, gigantes y cabezudos que anunciaban la llegada del Diablo a quien esperaban miles de personas.
Y es que Tijarafe vivió ayer el día más concurrido de sus fiestas patronales, donde gente de toda la Isla acude a contemplar este espectáculo de fuegos de artificio. Un ritual como la Danza que concluyó con la explosión de la cabeza del Diablo. No obstante, la verbena prosiguió hasta altas horas de la madrugada.
