Debido a la climatología, gran parte de la producción se ha quedado en el campo por no reunir los requisitos mínimos de calidad exigidos por la Denominación de Origen de Vinos La Palma
Vendimia en Fuencaliente. Archivo.
La vendimia de La Palma ha concluido con una cosecha de 945.000 kilos. Como no podía ser de otro modo, la presente campaña ha estado marcada por la climatología ya que, según informa la gerente del Consejo Regulador de Vinos La Palma, Eva Hernández, las temperaturas muy elevadas y la ola de calor continuada a lo largo de los meses agosto y septiembre, provocaron que gran parte de la producción se quedara en el campo por no reunir los requisitos mínimos de calidad exigidos por la Denominación de Origen de Vinos La Palma.
La vendimia dio comienzo el día 2 de agosto en la Subzona Hoyo de Mazo, para finalizar el pasado 21 de octubre en la Subzona Norte de La Palma
Los kilos de uva recolectados por las dieciocho bodegas acogidas a la Denominación de Origen de Vinos La Palma, rondan los 945.000, superando la cosecha 2016 en 171.000 kilos y encontrándose por debajo de la media de producción de los últimos 10 años, que es de 965.000 kilos.
El 48,87% de la uva recolectada ha correspondido a variedades blancas, frente al otro 51,13% que corresponde a variedades tintas, manteniéndose casi invariable esos porcentajes con respecto a la vendimia del año pasado.
El viñedo de La Palma constituye un mosaico de plantaciones irregulares y minifundistas de gran riqueza varietal que convierte a nuestra isla en una importante reserva de biodiversidad genética, en la que la producción se encuentra distribuída en unas 23 variedades de uvas diferentes, repartidas a lo largo de la isla a distintas cotas de altitud.
Dentro de las variedades mayoritaria cabe destacar la Listán Blanco, que ocupa el 31% del total de la producción insular, seguida del Negramoll con un 26%; el Almuñeco y Albillo ambas con un 11%; el Listán Prieto con un 5%; la Malvasía Aromática con un 2,57%; la Castellana con 2,54%; el Vijariego Negro con un 2,27%, y el Vijariego Blanco (Bujariego) con un 1,94%. El resto lo completan variedades tan importantes como Gual, Tintilla, Moscatel, Verdello, Marmajuelo y los vidueños en general, así como el Sabro, variedad a la que según los últimos estudios genéticos no se le conoce sinonimia ni procedencia, cultivándose en zonas muy concretas de la isla.
Eva Hernández destaca la importancia de la viña que “configura nuestro paisaje y está perfectamente integrada en el medio natural, lo mismo que el vino es un elemento consustancial a nuestra historia y cultura”. “Variedades, paisaje e historia -dice- confieren a nuestros vinos particularidades lo suficientemente diferenciadoras para hacer de ellos un producto único, original y singular”.
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MiPalmita
De donde salio el personaje este? No te ahogues con una pipita de uva , tu sabes que le echan a las uvas que vienen de fuera? Lo has visto?
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A mí le gustan muchísimo más las uvas que vienen de fuera, las que venden en el Hiperdino. Aparte de ser más baratas tienen mejor sabor y duran más tiempo sin estropearse. Todas las uvas de La Palma que he probado son pequeñas, llenas de pepitas, sabor ácido.
Ahora mismo se está imponiendo el consumo de uvas sin pepitas. Dentro de poco quienes cultiven uvas con pepitas van a tener que comerse ellos mismos esas uvas porque nadie las va a comprar.
En lo que el vino se refiere yo no soy consumidor de vino porque le echan cosas raras, química, sulfitos, etc. En todo caso, si fuese a comprar una botella de vino, siempre de fuera y siempre comprada en el Lidl.
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